Puff, ¡qué nombre más largo!, se tarda más en decir el nombre de este rico aperitivo que en comérselo, je,je. Bueno, hace días estuvimos en el Restaurante El Asador, de Salobreña (¿os acordáis de los patrocinadores y jurado de mi concurso?), asistiendo a una cata de vinos de las Bodegas Calvente (¿quién no las conoce?, son de aquí cerquita, de Jete, forman parte de las cartas de vinos de alguno de los restaurantes más selectos de Nueva York, incluso Ferrán Adriá contaba con él en el Bulli) y además se trataba de una degustación gastronómica, como no, ofrecida por el mismo Restaurante. Y entre charla y charla del Sumiller, copa y copa de vino, se fueron sirviendo hasta cuatro platos y un postre. Y el primero de los platos era éste, que no dejó a nadie indiferente, por su presentación y sabor. Pues a mí me ha faltado tiempo para hacerlo en casa, je, je, y es que nos gustó mucho, así que aprovechando la temporada de mangos ya lo he hecho varias veces en casa.
INGREDIENTES:
- 1 Mango
- 1 rulo de queso de cabra
- Miel de caña (o miel de flores)
- Queso parmesano
PREPARACIÓN:
En la degustación nos pusieron la miel de caña junto a las milhojas, y no dentro, aunque Paco, el chef, me sugirió que pusiera la miel entre las capas de las milhojas. La primera vez que lo hice puse mucha cantidad y la miel se desparramó, por lo que no quedaba una presentación bonita. Por lo que ahora lo que he hecho es poner una gota de miel de caña entre cada capa, y al pegarla se extiende sobre el queso o el mango, pero sin desparramarse después.
Bueno pues la preparación es sumamente sencilla: cortamos el queso en rodajas y el mango lo pelamos y vamos cortando en medallones. Para que queden más bonitas las milhojas lo que debemos hacer es cortar el mango del mismo tamaño que el queso, con la ayuda de un cortapastas o con unas tijeras de cocina, como he hecho yo. Ahora vamos alternando, capas de mago con capas de queso y entre capa y capa una gota de miel de caña (si el bote no trae dosificador pondremos la puntita de una cucharilla). Si no nos gusta la miel no la ponemos. Ponemos tres capas de cada, y después rallamos queso parmesano por encima. Y servimos.
Pues a mi me parece una buena propuesta para abrir boca en una de las muchas comidas navideñas que se acercan, ¿no creéis?. Espero que os haya gustado.
Lidia.