Tengo algunas recetas de cordero ya publicadas, aunque ésta que os traigo hoy es de las que menos ciencia tienen, pero quizás una de las más deliciosas, ya que pienso que el cordero cuanto menos acompañamiento tenga mejor, y en esta ocasión lo único que lleva es romero y tomillo. Va acompañado de unas patatas también a las finas hierbas con grasa de oca. La grasa de oca es difícil de encontrar, sólo la tienen las tiendas gourmet. Yo tengo el botecito porque me lo regaló Begoña, de Las Recetas de Marichu y las mías, que es muy dada a tener todo este tipo de ingredientes en su despensa (y yo lo puedo atestiguar que he visto su despensa). Si no podéis conseguir esta grasa de oca podéis hacerlas con mantequilla, también están muy buenas.
- 1 paletilla de cordero
- 100 gr. de manteca de cerdo
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta
- Romero
- Tomillo
- Para las patatas:
- 2 ó 3 patatas nuevas (del huerto de mi suegro, como siempre)
- Un poco de aceite de oliva
- Dos cucharadas de grasa de oca
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN:
Untamos la paletilla con un ajo y la manteca de cerdo. Ponemos en una bandeja de horno o fuente de hornear. Salpimentamos. Añadimos el romero y el tomillo. Y metemos en el horno, con la parte de la piel boca abajo, a 200º.
Lavamos bien las patatas y cortamos en gajos, ponemos en una bandeja de horno y rociamos con un hilo de aceite de oliva. Salpimentamos también. Metemos también en el horno.
Cuando veamos que se ha dorado la paletilla por uno de los lados, le daremos la vuelta, y esperamos a que se dore por la otra parte. Vigilamos las patatas.
Como se puede apreciar en la foto mi paletilla era pequeña, por lo que se hizo antes que las patatas. En caso de que la vuestra sea más grande, lo normal es que las patatas se hagan más pronto. Si no vais a poner la grasa de oca las dejáis en el horno hasta que se hagan por completo. En cambio, si vais a poner la grasa de oca, sacaremos del horno antes de que estén terminadas y pondremos en una sartén con la grasa de oca, dejaremos unos minutos hasta que se nos doren las patatas. Cuando estén terminadas acompañaremos con el cordero troceado.
El secreto para que el cordero quede en su punto es que éste tenga la corteza bien crujiente. Y con estas patatas se convierte en un plato de fiesta, además como lleva tan poca elaboración, y casi todo se hace al horno podréis prepararlo sin problemas en caso de invitados. El tomillo y el romero son el perfecto aliado de este tipo de carnes.
Lidia.