Esta receta ha sido de aprovechamiento total. Tenía en el congelador dos lomos de merluza de muy buena calidad, los mismos que usé para preparar la merluza en salsa de tomate. Me quedaba una cajita con unos langostinos congelados, en total 11, unos puerros recién cogidos. Así que tomando la inspiración de una receta que vi en una revista la tuneé un poquito y al final me ha quedado un plato escandalosamente bueno. En la receta original sólo iba relleno de merluza, aunque yo le he añadido también los langostinos y tomates secos. La original llevaba leche evaporada pero yo en ese momento no tenía y le puse nata.
INGREDIENTES (para dos o tres personas):
- 2 lomos de merluza de unos 300 gr. (los míos eran congelados)
- 10 o 12 langostinos (también congelados, ahorro total, je,je)
- 2 puerros
- Unos cuantos tomates secos
- 150 ml. de nata para cocinar
- 3 o 4 huevos (Yo puse 3 XL. y además los tres tenían dos yemas)
- 100 gr. de queso crema tipo philadelphia
- Queso rallado (yo le he puesto Grana Padano)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN:
Picamos uno de los puerros bien troceadito, y ponemos en una sartén con unas cucharadas de aceite de oliva. Cuando hayan pasado unos minutos y esté dorándose añadiremos la merluza desmenuzada y también los langostinos troceados. Dejamos hasta que cambien los langostinos de color.
Mientras habremos hidratado los tomates secos en agua caliente, durante al menos diez minutos. Añadimos éstos a la sartén. Batimos los huevos, añadimos la nata, el queso crema y mezclamos hasta que el queso se deshaga completamene. Salpimentamos la merluza y los langostinos y añadimos al bol donde tenemos los huevos, el queso y la nata. Mezclamos todo.
Vertemos en un molde engrasado con aceite y espolvoreado con harina (el mío era tipo plum cake) o en moldes individuales pequeños. Rallamos el queso por encima y metemos en el horno precalentado a 180º durante unos 25 minutos o cuando esté cuajado y se haya dorado por encima. Sacamos, dejamos en el molde durante unos diez minutos y desmoldamos. Le volvemos a dar la vuelta para servir por el lado gratinado. Mientras, freiremos el otro puerro cortado en juliana muy delgada en abundante aceite de oliva. Sacamos, dejamos escurrir el exceso de aceite y pondremos por encima de nuestro gratén a la hora de servirlo.
Se trata de un plato ideal para los niños ya que pueden tomar pescado sin necesidad de verlo, y además admite casi cualquier relleno, todos los ingredientes que queramos. Y además el crujiente de puerro por encima está estupendo, nunca lo había hecho así y nos ha gustado mucho.
Lidia.