Atrapada en mi cocina: 02/13

EN MI PUEBLO SE COCINA....."PULPO SALOBREÑA" (¿VERSIÓN DEFINITIVA?)

Hoy Andalucía está de fiesta, celebramos el día de nuestra Comunidad, y desde la página de Facebook de los Blogs de Cocina de Andalucía, el reto para este mes no era otro que el hacer una receta típica de nuestro pueblo o ciudad. Hace unos años publiqué el "pulpo a la salobreñera", la receta tuvo sus críticas, ya que le añadí tomate, y según los puristas en el tema este pulpo no lo lleva. Después de hacer más indagaciones en el tema descubrí que en verdad no lo lleva. En este tiempo mi suegra ha ido puliendo la receta, hasta conseguir para mí la mejor versión de este pulpo. Esta es la receta que os traigo hoy, no se si recibiré críticas de nuevo, pero si ésta no es la verdadera receta del pulpo "Salobreña" que alguien me la diga, je,je....

No sólo este pulpo es lo que podéis encontrar en mi pueblo, Salobreña es uno de los pueblos más bellos que tenemos en Andalucía. Su paisaje no deja indiferente a nadie, y aunque en los últimos años está siendo azotado por la crisis, llevando a muchas familias al paro, se trata de un pueblo que puede ofrecer mucho al viajero. Situada en plena Costa Tropical, Salobreña se alza altiva sobre una peña que corona el castillo medieval. El conjunto arquitectónico que forman las blancas casas que se distribuyen sobre la peña, contrasta con el verde intenso de los cultivos tropicales que lo rodean y el azul intenso del Mediterráneo que le sirve de fondo. El frondoso valle tropical sobre el que se asienta, disfruta de un ecosistema privilegiado, en parte gracias a la orientación sur que le abre paso a las cálidas temperaturas provinientes del continente africano, y por otro lado gracias al resguardo de los vientos del norte que le ofrecen los más de tres mil metros de altitud de Sierra Nevada.

Al margen de amplias playas que cuentan con las más modernas infraestructuras turísticas y de pequeñas calas de ambiente relajado, Salobreña ofrece una amplia oferta de ocio y de prácticas deportivas. Golf, tenis, senderistmo, vuelo libre, paseos a caballo, submarinismo, pesca deportiva, windsurfing y una larga lista que incluye hasta la práctica de deportes de invierno en la cercana Sierra Nevada, ofrecen la oportunidad de hacer más activas nuestras vacaciones.

INGREDIENTES:

2 Kg. de pulpo limpio y troceado
4 o 5 dientes de ajo
Un poco de orégano seco
Una cucharadita de pimentón dulce
Un chorreón de vinagre
2 o 3 cucharadas de aceite de oliva

PREPARACIÓN:

En una sartén tipo perola (también nos servirá una tipo wok) ponemos el aceite y calentamos un poco, después añadimos el pulpo limpio y troceado, dejamos cocer hasta que esté tierno, más o menos una hora.

En un mortero machacamos los ajos, añadimos el pimentón y el orégano, y añadimos el vinagre y un poco de agua, removemos bien para integrar todo el majado y añadimos éste a la sartén donde tenemos el pulpo. Dejamos reducir hasta que no quede nada de agua en la sartén, aproximadamente unos 15 minutos a fuego medio. Sacamos y servimos, acompañados de bastante pan, pues es un plato que se presta a eso: a no parar de mojar. Como siempre el pulpo lo habremos tenido en el congelador durante unas semanas antes de cocinarlo, así conseguiremos que nos quede tierno.

Si venís a Salobreña no podéis dejar de probar este pulpo, es uno de los emblemas de este pueblo, por ello os dejo algunas direcciones donde podréis comerlo:

Chiringuito "El Campano": si el pulpo se tuviera que llamar de otra forma su nombre sería pulpo "El campano", hace ya décadas que El Campano nos ofrece este magnífico pulpo, y, sin duda, es el rey de su carta. Lo podemos encontrar sobre la arena, junto al Peñón de Salobreña, uno de los chiringuitos con más historia de nuestro pueblo.
Restaurante "Los Faroles": los que vinieron a la kedada del año pasado, que hicimos allá por junio tuvieron la suerte de poder probarlo allí, además de otros platos estupendos que nos ofreció Fran Solera. Este restaurante podéis encontrarlo en el paseo marítimo de la playa de Salobreña.
Dentro del pueblo también encontramos el Restaurante "El Asador", donde su pulpo Salobreña forma parte de muchos de los menús que se eligen para celebrar ocasiones especiales, y es que nadie se puede resistir a probar este manjar.

Y con el vídeo que preparé el año pasado de Salobreña para promocionar la quedada que tuvimos en junio os dejo, animando a que probéis este pulpo y a que vengáis por mi pueblo, no os defraudará.

Feliz día de Andalucía.

Lidia.

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, by Lidia De La O

LEGUMBRES

FABES CON ALMEJAS

Después de la resaca del fin de semana tan estupendo que hemos pasado en Gastrotur, y del que os traeré la crónica en los próximos días, hoy comienzo la semana con un plato de cuchara que viene ideal para hacernos más llevaderos estos días de frío que han vuelto. Se trata de una de las formas más ligeras de tomar las alubias, en la medida de lo que puedan ser ligeras las alubias, claro. Un plato ideal para aquellos que quieren disfrutar de esta legumbre restando muchísimas calorías con respecto a la típica fabada asturiana. Viendo recetas por la red me decidí a preparar la versión de Minue para Directo al Paladar.

INGREDIENTES (Para dos personas):

300 gr. de alubias especiales para fabada
300 gr. de almejas
1 cebolla y media
1 hoja de laurel
Media cabeza de ajos
Una cucharada de harina
Azafrán en hebras
Perejil
Aceite de oliva
Vino blanco
Sal

PREPARACIÓN:

Las alubias tendremos que dejarlas en agua fría de 12 a 24 horas hasta que se hidraten, cuidando de que no se queden sin agua durante estas horas. Después cubriremos las alubias en una olla con agua, y añadiremos la cebolla, el laurel y los ajos. Coceremos a fuego medio bajo durante unas dos horas sin mover, sólo moveremos la olla, pero nunca meteremos dentro la cuchara.

Después de dos horas prepararemos las almejas, sin quitar la olla de las alubias del fuego. Para ello las habremos tenido antes una media hora en agua con sal, después lavamos bien y ponemos a abrir en una cacerola con agua con sal. Cuando se hayan abierto todas añadiremos a la olla de las alubias y reservaremos el caldo de abrirlas.

Después prepararemos la "salsa rubia", para ello picaremos la media cebolla finita y pondremos a rehogar, junto con uno o dos dientes de ajo también picados. Luego añadimos una cucharada de harina y rehogamos también, entonces le añadimos medio vaso de vino blanco y medio vaso del caldo que teníamos reservado de abrir las almejas. Dejamos reducir y cuando haya espesado le añadiremos unas hebras de azafrán, removemos bien y añadimos a las fabes. Dejamos al fuego durante una hora aproximadamente o hasta que veamos que las alubias ya están tiernas. Si no tenemos prisa, podemos dejar reposar, que también le vendrá muy bien, pero para ésto tendremos que hacer previsión y ponernos muy temprano a preparar el plato.

Si no disponéis de tanto tiempo podréis hacerlo en vuestra olla rápida la primera parte de la cocción de las alubias, y luego terminarlas a fuego medio hasta que ya estén blandas las alubias, evitando siempre no moverlas para que no se rompan. De cualquier forma es un plato estupendo y nada pesado, y ese sabor que le aportan las almejas es delicioso.

Lidia.

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, by Lidia De La O

BIZCOCHOS

TORTA BATIDA (CON MASA DE PAN)

Hoy os voy a invitar a desayunar con esta fantástica torta batida, y además os tengo que comentar que, por fin, tras un año desde mi selección, hoy comienzo a trabajar. El único inconveniente de mi trabajo es que es a media jornada, sólo cuatro horas, pero como están las cosas me puedo dar un canto en los dientes, y por otro lado, eso hará posible que pueda continuar con mis actividades blogueras, en principio sin modificar nada, y además disfrutar de mis hijos el mismo tiempo que lo haga ahora, no me va a restar tiempo para seguir ejerciendo de madre y de bloguera, aunque eso si, voy a ir más ajustada de tiempo en muchos aspectos, pero intentaré organizarme. Y dicho ésto, vamos a empezar con la receta, que no se me olvida que este blog es de cocina. Y muchos os preguntaréis porqué repito la receta de la torta batida, que ya publiqué el año pasado, tan típica de mi pueblo. Y la respuesta es muy sencilla, y es que es otra receta distinta. Cuando tienes un blog de cocina, la gente se ofrece a darte recetas nuevas, y yo tengo la suerte de contar con una proveedora de recetas antiguas. Elvira, una de las mamás del cole de Hugo, tiene un amplio recetario familiar, que ya quisiera yo para mi. Hasta ahora me ha proporcionado ya unas cuantas recetas, y ésta es la primera de las que he hecho que voy a publicar. La particularidad, con respecto a la anterior versión de torta batida, cuya receta me dio mi tía, es que ésta en lugar de harina lleva masa de pan. Aquí en las panaderías podéis ir y comprar directamente la masa del pan, sin hornear, y si compráis dos masas de barra de pan, os servirá para elaborar esta receta. Claro que, en mi caso, eso no ha sido necesario, yo misma he hecho la masa del pan. En cuanto al sabor de la torta yo diría que no varía mucho con respecto a la que ya publiqué el año pasado, lo que si varía es la miga, la otra parece más bizcocho y ésta, en cambio, tiene una miga mas contundente, miga de pan con sabor a bizcocho diría yo, ¿a qué suena bien?.

INGREDIENTES:

2 masas de barra de pan (equivalen a 500 gr. de masa de pan, aunque yo no lo sabía bien cuando la hice y usé 650 gr. de masa de pan, usé la receta que tengo publicada en este enlace)
3 huevos
1 vaso de aceite (sin llenarlo hasta arriba del todo, dejamos un dedo sin rellenar)
1 y 1/4 de vaso de azúcar
2 sobres blancos y 2 sobres morados de gaseosa (la de Mercadona). Si ponéis 500 gr. de masa de pan bastará con que pongáis uno de cada o una cucharadita de bicarbonato y otra de gaseosa El Tigre, si es el que tenéis.
1 cucharada de ajonjolí (no le puse, no tenía)
1 cucharada de matalahúga
Azúcar y canela para espolvorear

PREPARACIÓN:

Si compráis la masa de pan del panadero obviamente no tendréis que prepararla antes, en caso de que la preparéis vosotros mismos tendremos que dejarla levar después de amasarla, hasta que doble su volumen.

La elaboración es muy sencilla, ponemos todos los ingredientes en un bol y batimos, hasta que consigamos desligar toda la masa de pan y amalgamar todos los ingredientes. Yo lo he hecho con el batidor plano de la Kitchen Aid, aunque Elvira me recomendó hacerlo a mano, con un tenedor o batidor manual, aunque yo opté por la comodidad de la Kitchen Aid.

Vertemos la mezcla en un molde o lata, al que le habremos puesto papel de hornear y dejamos reposar durante media hora. Me cuentan que antiguamente en los hornos más conocidos de Salobreña estas tortas se horneaban en cajas de camisas cubiertas de papel de hornear, aunque hasta ahí no llega mi memoria gastronómica, yo ya las recuerdo en sus moldes de aluminio de usar y tirar, que es como las comercializan ahora. Tenía que ser curiosa esa estampa..... Precalentamos el horno a 180º. Y después de la media hora de reposo echamos por encima el azúcar y la canela molida, cubriendo toda la superficie con ellos para que después forme costra, y metemos en el horno durante unos 45 minutos.

Esta torta soporta muy bien el paso de los días, yo diría que está aún mejor después de un día o dos, por lo que es perfecta para hacerla con antelación.

Otra cosa que os quería comentar es que me hace mucha ilusión que me llaméis de Madrid, de Sevilla o de otros sitios para preguntar por los talleres, pero por razones obvias, los talleres se imparten sólo en Salobreña, ojalá algún día pueda desplazarme a otros lugares para impartirlos, pero por ahora sólo son aquí.

Y sin más, os dejo hasta el lunes. Este fin de semana disfrutaré de Gastrotur, la feria de turismo y gastronomía que se celebra en Granada, así que ya os mostraré todo lo acontecido en ella.

Feliz fin de semana.

Lidia.

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, by Lidia De La O

CARNES

CHOP SUEY DE CARNE Y VERDURAS

Ya sabéis lo amante que soy de los platos orientales (de los preparados en casa, por aquí no hay ningún restaurante oriental a la altura), y tenía ganas de preparar un Chop Suey. Hace tiempo me sedujo el que preparó de gambas Carlos Dube, y lo tengo en pendientes, aunque el otro día me decanté por prepararlo con carne de cerdo (lomo), viendo la receta en uno de mis libros de cocina. En este tipo de recetas siempre es difícil de encontrar todos los ingredientes, por lo que acabé adaptándolo a los ingredientes que tenía en casa. El resultado, como siempre, es un plato oriental (aunque se discute el origen del plato: China-EE.UU.) pero occidentalizado. Uno de los ingredientes básicos de este tipo de preparación es la judía mungo, pero ante la imposibilidad de encontrarla me decidí por el calabacín. las setas que llevaba el plato eran colmenillas secas, y yo las sustituí por Shii-take frescas. La receta original, por su parte, llevaba vino de arroz, y yo puse vinagre de arroz. Otra cosa que me sorprendió de la receta del libro es que no llevaba brotes de soja, en su lugar, brotes de bambú, y así lo preparé yo, con los brotes de bambú. También le he añadido un poco de jengibre rallado y sésamo tostado que no aparecían en la receta original.

INGREDIENTES:

500 gr. de carne de cerdo (yo puse lomo)
400 gr. de setas shii-take
2 cucharadas de salsa de soja
1 cebolla
200 gr. de brotes de bambú en conserva
Medio calabacín
Medio pimiento rojo
1 puerro
1 trozo de jengibre
3 cucharadas de vinagre o vino de arroz
Sal
Pimienta
Aceite
1 cucharadita de azúcar
Sésamo tostado

PREPARACIÓN:

Lo primero que haremos será cortar la carne en tiras y condimentar con sal y añadirle una cucharada de salsa de soja. Reservamos. Mientras, cortamos la cebolla en dados y rehogamos en el wok o sartén, cuando esté transparente le añadiremos la carne, y también incorporamos otra cucharada de salsa de soja, el vinagre de arroz y le añadimos ralladura de jengibre fresco. Rehogamos la carne unos cinco minutos. Sacamos del wok y reservamos.

Añadimos una cucharada de aceite al wok y echaremos todas las verduras troceadas, el pimiento rojo, las setas, el puerro, los brotes de bambú y el calabacín. Rehogamos las verduras unos cinco minutos, dejándolas al dente.

Salpimentamos, y añadimos una cucharada de azúcar a la verdura, removemos e incorporamos la carne. Espolvoreamos con sésamo tostado y servimos.

Quizás me pasé un poco en la cocción de las verduras, las debería de haber dejado más enteras, pues pierden mucho de su brillo, así que para la próxima vez tendré que saltear brevemente las verduras, y así conseguir un colorido y sabor más intenso de éstas. Aunque el plato, así tal cual estaba estupendo, y como hice mucho, guardamos y estaba igual de bueno con las horas.

Y para terminar os dejo con la información sobre el nuevo taller previsto para marzo, éste será de dulces de Semana Santa, aquí tenéis toda la información por si estáis interesados en apuntaros.

Lidia.

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, by Lidia De La O

ARROZ

RISOTTO DE JAMÓN

Los que me seguís habitualmente ya conocéis mi pasión por los risottos. Para mi es uno de los platos estrella de mi cocina. Se puede preparar con cualquier ingrediente que tengamos por casa, y además, en poco más de media hora lo tendremos ya en la mesa. Nunca lo preparo con invitados puesto que es un plato que hay que tomar recién hecho, y no soy muy partidaria de tener a los invitados en la mesa mientras yo estoy en la cocina, prefiero tenerlo listo todo. Por lo que, de estos platos sólo disfrutamos mi marido y yo, porque los niños siguen sin animarse con estos platos. Éste es uno de los más normales en cuestión de ingredientes que he preparado, lo vi en una revista y he cambiado algunas cosas, dando lugar a un plato estupendo, que podéis preparar cualquier día.

INGREDIENTES (Para 2 personas):

150 gr. de arroz arborio
Una cebolleta
Un puerro
1 diente de ajo
Un trozo de jamón serrano
1/4 de vaso de vino blanco o vermut (de éste último le puse yo)
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
25 gr. de queso Grana Padano o parmesano
450 ml. de caldo de pollo o de verduras (yo de pollo)
Sal
Pimienta
Cebollino y perejil para decorar

PREPARACIÓN:

Pelamos la cebolleta y la picamos. Limpiamos el puerro y usamos sólo la parte blanca, también picamos éste en rodajitas pequeñas. El diente de ajo también lo picaremos. Añadimos a una sartén la cucharada de aceite de oliva y cuando esté caliente incorporamos la cebolleta, el puerro y el ajo picado. Rehogamos durante unos minutos, hasta que estén tiernos.

Añadimos a la sartén el arroz y tostamos durante un minuto aproximadamente. Vertemos el vino o el vermut y dejamos evaporar y agregamos un poco de caldo hirviendo. Salpimentamos (cuidado que después lleva el jamón) y removemos.

Cocemos el arroz durante unos 18 minutos, añadiendo el caldo cacillo a cacillo, cuando se evapore, añadimos el siguiente y removemos. En este momento el arroz estará al dente, añadiremos el jamón picado en daditos, el queso rallado y la mantequilla. Dejamos dos minutos más, sin parar de remover y retiramos. Servimos acompañado de unas ramas de perejil y de cebollino picado.

Podéis echar un vistazo a todos los risottos que tengo publicados, que son unos cuantos, veréis que todos siguen el mismo procedimiento, una vez que has hecho uno no tiene ninguna ciencia, el secreto es la paciencia con la que hay que ir añadiendo el caldo, así conseguiremos un arroz muy meloso y con un sabor espectacular. Y con él os dejo hasta el miércoles.

¡Que tengáis una buena semana!

Lidia.

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, by Lidia De La O

BOLLERÍA

MAGDALENAS ARAGONESAS

Hace poco le vi publicadas a José Manuel, de Asopaipas, estas magdalenas aragonesas, y me enamoraron, sobretodo porque desde el principio me pareció a mi que estas magdalenas iban a tener un sabor a antaño, y así fue, el primer mordisco me transportó a aquellas panaderías de pueblo de nuestra niñez. Llevan anís dulce y manteca de cerdo, por lo que sirven también para ir aprovechando los restos de estos productos que aún quedan por la despensa de la Navidad pasada. Las he horneado en tres moldes diferentes, y abajo podéis ver el resultado de ambas, así podréis decidir dónde nos quedan mejor. Seis de ellas las horneé en moldes de silicona, otras seis en moldes de papel (ambas clases dentro de un molde de cavidades especial para magdalenas y muffins), y con la masa restante aproveché para meterla en papelillos de magdalenas más grandes y para introducirlas en flaneras pequeñas. El sabor de las tres clases es el mismo, aunque la forma es distinta dependiendo de donde se hornean. A mi personalmente me gustan más como quedan en los moldes de silicona, aunque las de papelillos quedan más auténticas, como las de antaño, así que vosotros decidid, eso sí, siempre hornearlas dentro de un molde rígido como las flaneras o los moldes especiales para magdalenas para que no se deformen o desparramen al hornearlas.

INGREDIENTES:

250 gr. de azúcar
250 gr. de harina de todo uso
6 huevos
50 gr. de anís dulce
125 gr. de mantequilla
125 gr. de manteca de cerdo
1 sobre de levadura química tipo Royal (16 gr.)
Ralladura de limón

PREPARACIÓN:

Yo las he preparado con la Kitchen Aid, aunque podemos hacerlo con cualquier batidora de varillas o incluso con un batidor manual de varillas. Lo primero que haremos es batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Cuando hayamos conseguido este punto añadiremos el anís, la ralladura de limón y la mantequilla y manteca de cerdo fundidas (ésto lo haremos en el microondas). Batiremos, ahora con el batidor plano de la Kitchen Aid (en caso de tenerla), hasta integrar todos los ingredientes. Por último añadimos la harina y la levadura tamizadas e integramos con la ayuda de una espátula.

Metemos los moldes de papel o de silicona en los moldes para muffins o flaneras y vertemos la mezcla de las magdalenas hasta llegar a 3/4 partes de su capacidad. Y espolvoreamos con azúcar.

Introducimos en el horno precalentado a 200º y dejamos durante unos 15 minutos Cuando hayan subido y estén doraditas, pinchamos con una brocheta y comprobamos que estén hechas. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Y esperamos a que estén totalmente frías para probarlas.

Es difícil que a alguien no le gusten las magdalenas, por lo que con ellas triunfaréis tanto con grandes como con pequeños. Y además son muy rápidas de preparar, si aún no lo habéis hecho tenéis todo el fin de semana por delante para hacerlo. Ya me contaréis.

Feliz fin de semana.

Lidia.

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PASTA

MACARRONES CON POLLO, CALABACÍN Y RICOTTA

Posiblemente muchos de vosotros esperabais hoy alguna receta de San Valentín, y yo os presento este plato de pasta (¡si!, de nuevo pasta), y es que los últimos días han sido para mi bastante "raros", no me he encontrado motivada para preparar nada, ni pan. He tenido a mi hijo Hugo enfermo desde el jueves con, se supone que, un virus, y no he podido tener la cabeza en otra parte que en él. Hoy ya ha ido al cole, aunque todavía no lo veo muy bien del todo, pero creo que le va a venir mejor espabilarse con sus amigos y no estar con mami todo el día. Puede ser que sea muy sobreprotectora, pero es que en el momento de convertirnos en madres la vida cambia de tal manera que nuestro "yo" pasa a segundo plano, y lo principal son nuestros hijos, vives por ellos y para ellos, y en los momentos en que los encuentras tan débiles se te quitan las ganas de todo. Espero que a partir de hoy vaya todo mejor y vuelva a ser el mismo de siempre, y yo pueda ir retomando mi vida "normal". Este plato lo preparé hace ya alguna semanas, al principio pensé que al no llevar ninguna salsa líquida iban a quedar los macarrones un poco "resecos", aunque mi sorpresa es que no fue así, quedan bastante jugosos, y se convierten en un buena alternativa a cualquier otro plato de pasta con salsas más pesadas. Me parece ideal para ir restando algunas calorías a nuestros menús para los tiempos que se avecina.

INGREDIENTES:

200 gr. de macarrones o penne
1 calabacín
Media pechuga de pollo deshuesada
1 paquete de ricotta, o, en su defecto, requesón
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Tomillo o albahaca frescos para espolvorear

PREPARACIÓN:

Además de muy buenos son muy fáciles de preparar. Lo primero que haremos será poner a hervir una olla con abundante agua salada para cocer la pasta. Mientras, cortamos la pechuga en tiras y salpimentamos. Salteamos en una sartén o wok hasta que las tiras estén completamente hechas. Retiramos y en esa misma sartén salteamos los calabacines lavados y picados también en tiritas con su piel. Los dejamos al dente.

Cuando empiece a hervir el agua de la olla, añadiremos los macarrones y coceremos según el tiempo establecido por el fabricante. Una vez salteados los calabacines, añadiremos a la sartén de nuevo la carne.

Cuando hayamos cocido los macarrones los añadiremos a la sartén donde tenemos el pollo y el calabacín, y lo haremos añadiendo un poco de agua de cocción. Removemos todo bien y añadimos el queso ricotta o el requesón desmenuzado. De nuevo removemos, Añadimos un poco de albahaca o tomillo picados por encima y servimos.

Ya habéis visto que con ingredientes de andar por casa ( a lo mejor tenéis algún problema en encontrar el ricotta, pero si no, le ponéis requesón) podéis preparar un sencillo plato de pasta con no muchas calorías que seguro que gustará a todos en casa.

Os dejo con él hasta el viernes.

Lidia.

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, by Lidia De La O

CHOCOLATE

COULANT DE CHOCOLATE

Reconozco no ser muy chocolatera, me gusta el chocolate, pero sólo lo imprescindible, aunque a veces algún postre te seduce, y así me ha pasado con el coulant. Lo preparé pensando en que se trataba el postre perfecto para una Cena de San Valentín, y me ha parecido una forma estupenda de cerrar cualquier cena, e ideal cuando tienes invitados en casa. La única dificultad que se encuentra en este postre es encontrar el punto del horno, ya que tendremos que ir probando para la temperatura y el tiempo. Por ejemplo la primera vez que yo lo hice no estaba hecho del todo, aunque a la segunda si que salió. Alguna gente introduce una onza de chocolate antes de hornear el coulant para asegurar que siempre salga el característico chocolate cremoso de su interior, sin duda alguna la característica primordial de este postre. Aunque si le cogéis el truco al postre, no será necesario hacerlo. Yo os voy a dar el tiempo de mi horno y la temperatura de él, aunque como ya os digo tendréis que ir probando, primero con uno de ellos para ver si se ha conseguido la textura. Una vez preparado el coulant, según mi receta, vista en Isasaweis, tenemos la opción de congelarlo durante dos horas o de introducirlo en el frigorífico durante 12 horas (yo al final lo dejé 24 horas). De esta forma, teniendo en cuenta que el postre se toma caliente, tendréis que ver cuál es la forma que más os viene mejor para tenerlo listo al final de vuestra cena, mientras tomáis el último plato es cuando lo podéis hornear y así servirlo recién hecho.

INGREDIENTES (para cuatro coulant del tamaño de una flanera individual):

4 huevos
115 gr. de chocolate fondant
75 gr. mantequilla
75 gr. de harina
75 gr. de azúcar
Cacao en polvo para espolvorear el molde
Helado de vainilla
Fresas

PREPARACIÓN:

No he usado ningún utensilio especial, todo a mano, con un batidor manual de varillas, tal y como lo hace Isasaweis en su videoreceta. Ponemos los cuatro huevos en un bol, añadimos el azúcar y batimos muy bien hasta que blanquee. Después añadimos el chocolate que habremos derretido en el microondas, y también agregamos la mantequilla que también habremos derretido. Removemos bien e integramos la mezcla. Por último añadimos la harina tamizada. Con las varillas mezclamos todo hasta conseguir una crema homogénea.

Engrasamos los moldes o flaneras con mantequilla y después espolvoreamos el cacao en polvo por todo el molde, para así evitar que se nos peguen los coulant al molde. Llenamos las flaneras con la preparación, casi hasta arriba. Ahora introducimos durante 12 horas en el frigorífico (yo los tuve 24 horas) o metemos durante dos horas en el congelador.

Si lo introducimos en el congelador, sacaremos unos diez minutos antes de hornear, en caso de que lo hayamos tenido en el frigorífico no habrá que esperar, introduciremos directamente en el horno precalentado, a 225º. Yo congelé dos y enfríe dos en el frigorífico. El primero que horneé fue el del congelador y lo tuve 15 minutos y cuando los desmoldé se desmoronó. Por lo que pienso que si los congeláis habrá que tenerlo más minutos, aunque eso ya lo iréis viendo sobre la marcha. El segundo que horneé fue el del frigorífico y este, después de 15 minutos, quedó con la textura que veis en la foto. Cuando lo saquéis tenéis que comprobar que se despega facilmente de las paredes, y que el interior se ve un poco blandito, pero con la corteza superior, la que vemos del molde, también hecha. Al ahora de servir, inmediatamente después de hornear, lo haremos con una bola de helado de vainilla y con unas fresas o frutos rojos de acompañamiento.

No tiene la mayor complicación, sólo es saber encontrar ese punto para que el interior quede cremoso. Isasaweis los hornea a esa misma temperatura sólo diez minutos, aunque mi horno es de los que hornean muy fuerte y ya veis que lo tuve que dejar quince minutos. De cualquier forma, probáis a hacerlo la primera vez sin invitados, y aunque se desmorone estará igual de bueno, y cuando consigáis el punto exacto de cocción ya podéis sorprender a vuestros invitados con este maravilloso postre.

Lidia.

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