Como os comentaba el otro día, cuando celebrábamos el tercer año de este blog, hoy os traería la receta de esta tarta, para vosotros virtual, con la que celebrar tan estupendo aniversario. Aunque la tarta sirvió para celebrar la Primera Comunión de mi sobrina Sofía, que, como muchos sabéis, por esas crueldades del destino tuvo que aplazar bruscamente. La celebración fui íntima y familiar y Sofía, chocolatera al máximo, me pidió que le hiciera una tarta con mucho chocolate. Pocas semanas antes, Carlos Dube, había publicado su versión de esta tarta, una maravillosa tarta brownie de oreo con mousse de chocolate. Por ser principalmente para niños pensé que podía sustituir la mousse de chocolate por la mousse de Nutella que publiqué unas semanas antes, ya que aligeraría más la tarta. Y así fue como lo hice, siguiendo al maestro, con algunos cambios, y doblando los ingredientes, conseguí el resultado que podéis ver a la vista, y que puedo asegurar con tan buen resultado estético como de sabor.

• Para el brownie:
• 164 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
• 200 gr. de chocolate 70% cacao (imprescindible que sea de buena calidad, yo use LINDT)
• 2 huevos y cuatro yemas
• 2 cucharaditas de extracto o aroma de vainilla
• 164 gr. de azúcar
• 20 gr. de harina de repostería
• 10 gr. de cacao amargo (yo puse marca VALOR)
• Una pizca de sal
• 160 gr. de galletas mini oreo (podéis poner de las grandes partidas, aunque es mucho más cómodo usar estas de este formato)
• Para la mousse de Nutella:
• 300 gr. de Nutella
• 5 hojas de gelatina
• 500 gr. de nata para montar
•  2 claras de huevo
• Medio vaso de leche
• Para decorar:
• Bastoncitos de chocolate  (yo puse tres cajas de los Finger de la marca Cadbury, los encontré en Supersol)
• Cacao amargo 

PREPARACIÓN: 

Lo primero que haremos será el brownie, para ello derretimos en un cazo a fuego muy bajo el chocolate con la mantequilla. Mientras hacemos ésto podemos preparar el molde (desmontable), forramos la base con papel de hornear y enmantequillamos  los laterales con mantequilla o spray desmoldante. Retiramos del fuego el cazo cuando hayamos integrado chocolate y mantequilla y dejamos templar. Empezamos a montar los dos huevos y las cuatro yemas, junto con el extracto de vainilla (yo lo he hecho con el batidor de globo de la Kitchen Aid). Añadimos el azúcar poco a poco y seguimos montando, a la  velocidad mínima. Tamizamos la harina, el cacao y la sal en un bol. Añadimos a los huevos el chocolate templado y mezclamos a velocidad muy baja para que no se nos baje la mezcla. También añadimos la mezcla de harina y cacao, podemos seguir mezclando con la batidora a baja velocidad o con una espátula de silicona con movimientos envolventes. Vertemos la mezcla sobre el molde y vamos repartiendo las galletas Oreo, introduciéndolas de pie y dejando una parte de ellas fuera (ya que luego sube el brownie y quedan dentro completamente). Horneamos a 180º, calor arriba y abajo, y dejamos durante una media hora o un poco más, cuanto al pinchar con la brocheta esta salga un poco húmeda pero no muy manchada (el brownie debe quedar jugoso, pero no crudo, y tampoco seco). Dejamos enfriar sobre una rejilla mientras preparamos la mousse.

Para la mousse ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría. Derretimos un poco la Nutella al baño maría para conseguir una texura más cremosa.  Calentamos medio vaso de leche en otro cazo. Cuando la leche esté caliente y la gelatina esté hidratada metemos ésta dentro del cazo y removemos hasta su completa disolución. Añadimos la Nutella, integramos bien, procurando que no queden restos de gelatina y dejamos enfriar. Mientras tanto montaremos la nata bien fría, con la ayuda de unas varillas eléctricas. Reservamos. A continuación montamos las dos claras de huevo hasta conseguir que estén bien montadas y al darle la vuelta al bol éstas no se muevan.  Añadimos la nata montada a la mezcla de Nutella, con la ayuda de una espátula de silicona, y con movimientos envolventes hasta integrar bien, y a continuación hacemos lo mismo con las claras montadas. Esta mezcla la vertemos sobre el brownie, aplanando bien la superficie de la mousse para que quede uniforme. Introducimos en el frigorífico durante unas horas para que cuaje. 

Cuando nos haya cuajado la mousse sacamos y decoramos, para ello desmoldamos con cuidado, ponemos la tarta en el plato de servicio y vamos pegando los bastoncitos de chocolate, una vez forrada toda la tarta con ellos, espolvoreamos cacao, con la ayuda de un colador por la superficie de la tarta. Volvemos a introducir en el frigorífico hasta la hora de servir.

Para los amantes del chocolate es una tarta espectacular, yo no lo soy mucho, y a pesar de ello di buena cuenta del trozo de la foto.....los niños se peleaban por coger muchos bastones de chocolate, y antes de cortarla entera ya se había quedado la tarta desnuda, sin ellos, je,je...

Ya veis que no es nada difícil preparar una tarta con tan buen resultado. Así que si os acordáis estoy de concurso, podéis preparar ésta u otra tarta y presentarla, ya sabéis el regalazo que ha aportado Ibili para el ganador. Pensando en vuestra propuesta os dejo, esperando que paséis un buen fin de semana.

Lidia.

Un 27 de mayo de 2010 este blog comenzaba su andadura por estos mundos de Internet. El lunes, justamente se cumplían 3 años del comienzo de este proyecto, o ya, más bien, realidad de blog. Lo que en un principio comenzó como un mero hobby se ha convertido con el paso del tiempo en algo mucho más serio. Una afición que va más allá de lo que la propia palabra significa. En ningún momento de estos tres años me he planteado dejar el blog, siempre he querido ir a más, nunca a menos, y mi trabajo me está costando. En los últimos meses, a las ya importantes labores de madre, esposa, ama de casa, repostera por encargo, se ha unido también la labor de trabajar fuera de casa. Las 24 horas del día se me quedan cortas si además pretendo ser bloggera cocinera. La palabra descanso ha desaparecido de mi vocabulario. 

Pese a todo ha merecido y merece la pena seguir adelante con este blog. Los mensajes que recibo dándome las gracias por una u otra receta, las fotos que me enseñáis de todo lo que hacéis con mis recetas, eso es la mejor recompensa a tantas horas de trabajo. También recibo, y últimamente más, mensajes advirtiéndome de que se me ha olvidado poner un ingrediente u otro en la receta, je,je, y es que las prisas no son buenas consejeras y es lo que tiene a veces tener que programar entradas a horas intempestivas de la noche, que ya no ves nada....Para que una entrada salga en este blog hay que seguir una serie de pautas. La primera es elegir la receta, a veces éstas surgen de la improvisación, de la necesidad de aprovechar ingredientes, de revistas, libros, otros blogs de cocina, programas de televisión....Una vez que la receta está decidida hay que comprobar si tenemos todos los ingredientes, y si no es así, si podemos adaptar los que tenemos en casa. El siguiente paso es la elaboración de la receta. Una vez que está elaborada vienen las fotos. Cada receta se presta a un decorado distinto, aunque a veces no hay mucho tiempo para decidirlo. Luego viene la sesión fotográfica, pueden ser de quince a veinte fotos por receta. Otro inconveniente es que las fotos las hago aprovechando la luz solar, por lo que el intervalo de tiempo para hacerlo es sólo el de las horas centrales del día. De noche no fotografío nada de lo que como.... Lo peor que puede pasar es que después de todo ésto la receta no tenga el resultado deseado, y no salga, aunque muy pocas recetas no han pasado la criba afortunadamente. Después de tener unas 20 fotos de cada receta hay que decidir las seis que van a aparecer en el post. Luego pasan por el programa de edición, donde se retocan si hace falta y se etiquetan con nombres. Y ahora busca un hueco para editar la entrada,,,,,algunas entradas llevan horas, otras, en cambio a lo mejor se preparan en una media hora, aunque esas son las que menos. Después comprobamos ortografía y gramática, ya que a veces se mete  la pata al escribir tan rápido y podemos haber escrito algunas frases sin sentido.... Una vez que está todo listo se programa la entrada para una hora determinada, o en caso de hacerlo por la mañana, directamente publicamos. Después de ésto se comparte también en las redes sociales....Así que ya veis todos los pasos a seguir para que salga una receta en este blog...., mucho más trabajo que del que parece a simple vista.

Que la gente te valore por hacer lo que realmente te gusta es un sentimiento que no tiene precio, y por ello quería celebrar estos tres años de blog con un concurso. Desde Ibili han querido colaborar conmigo siendo los patrocinadores del concurso. Y como no podía ser de otra manera, lo han hecho a lo grande, aportado un kit de repostería valorado en 120 euros, para que nadie se quede sin hacer sus pinitos en el mundo de la repostería. Con todos estos artículos tendréis todo lo necesario para poder realizar una tarta, y, claro, si hablamos de celebraciones la tarta es la reina de ellas, por eso he pensado que el concurso será de tartas, toda clase de tartas (sin incluir las de fondant), podréis realizar la tarta que más os guste, vuestra mejor tarta, de queso, chocolate, tipo mousse, heladas,  con bizcocho, si él...., no se, todo vale, incluso he pensado que ya que estamos en época de recortes calóricos por la operación bikini, podrían ser también tartas saladas.

Desde el principio tuve claro que la tarta ganadora no la iba a elegir yo, seguro que es difícil la tarea después de ver todas las propuestas que vais a presentar. Por ello  he elegido a cuatro maestras para que sean el jurado del concurso, entre las cuatro tienen casi 180 tartas publicadas en sus blogs, por lo que tienen mano en ésto, y seguro que van a ser bastante exigentes a la hora de elegir al ganador o ganadora. El jurado está formado por:

• Ana María Gutierrez, de Cocinando entre Olivos
• Ana Ruiz, de Cocina con Ana y Corazón de almíbar
• Begoña, de Las recetas de Marichu y las mías
• Lola Homar, de Lola en la cocina

Lidia.

De nuevo hoy toca reto Tía Alia, este mes he elegido el reto salado, después de no haber tenido mucho éxito con el reto dulce del mes pasado. Es la primera vez que una receta del recetario de Tía Alía me sale tal cual como pensaba que iba a salir, y es que este recetario está lleno de sorpresas, sin cantidades, sin fotos de las recetas...., bueno, incógnitas por resolver mes a mes, y ahí esta el encanto. Estas patatas quedaron muy ricas, una idea estupenda si nos gusta la patata, ya que la tenemos en dos texturas distintas, y luego rebozadas con harina y huevo. Sirven tanto como un acompañamiento de carnes o pescado, como para tomarlas solas, de aperitivo, se me ocurren que con alguna mermelada o confitura de tomates o pimientos quedarán de lujo.

INGREDIENTES (Para unos seis emparedados):

PREPARACIÓN:

Ponemos a cocer en abundante agua dos patatas con su piel. Cuando se hayan cocido sacamos y dejamos enfriar antes de pelarlas. Mientras, picamos media cebolla y la rehogamos con la mantequilla hasta que esté dorada. Entonces añadiremos las dos patatas que habremos machacado junto con un poco de sal, el jamón picado y la leche, rehogamos todo hasta conseguir una pasta que nos sirva de relleno. Retiramos y dejamos enfriar.

Cortamos las otras patatas en rodajas y las freímos en abundante aceite de oliva hasta que estén crujientes  y doraditas, sacamos, salamos y dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel absorbente. Rellenamos dos rodajas de patatas fritas con la mezcla de patata cocida que teníamos reservada, tal como se ve en la foto de abajo.

Pasamos los emparedados por harina, y luego por huevo batido. Freímos en abundante aceite de oliva hasta que estén dorados.

Sacamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite y servimos

Podéis añadirle otro relleno, si lo preferís, el secreto está en rebozar bien los emparedados para que no se salga éste mientras se fríen. Son unos bocaditos muy ricos y que con una bonita presentación pueden sorprender  a más de uno. Animaos a probarlos.

Lidia.

Estos bollitos no iban a ser más que una versión mejorada de los doowaps que ya os enseñé hace unos años. Tanto quise modificar la receta que al final no se acabaron pareciendo en mucho a los susodichos bollitos, pero me parecieron infinitamente mejor, por lo que he decidido traeros también la receta. Reduje mucho la levadura con respecto a los originales, por lo que al alargar los tiempos de levado las pepitas de chocolate no quedaron superficiales como en los doowaps, se acabaron quedando en el fondo del bollo, aunque eso no fue ningún inconveniente para acabar con todos los bollitos el mismo día.

• MasterChef - P5 - Prueba por equipos

Ni que decir tiene que también se pueden rellenar de ingredientes salados, incluso después de hornear podemos abrirlos y ponerles lo que queramos, reduciendo la cantidad de azúcar en la masa. Una buena opción es hacerlo con queso Burgo de Arias. Aunque el queso Burgo de Arias es tan versátil que podéis comerlo casi de cualquier manera, ¿recordáis el programa de hace unas semanas de Masterchef donde lo usaron para preparar los postres? Si no es así sólo tendréis que pinchar en el enlace de más arriba para verlo.

Pesamos todos los ingredientes y los ponemos en el bol de la amasadora, salvo la manteca de cerdo que la añadiremos después (tampoco las pepitas de chocolate que añadiremos en el último levado y que si queremos que después no se derritan dentro del bollo meteremos en el congelador varias horas antes). Cuando la masa se haya integrado y hayamos conseguido algo similar a una bola con ella, añadiremos la manteca de cerdo, seguimos amasando durante cinco minutos más. Dejamos reposar la masa durante unos diez minutos. Volvemos a amasar durante cinco minutos más, y de nuevo otro reposo de diez minutos (en estos reposos taparemos la masa con un trapo húmedo para que no se reseque). Por último amasamos unos cinco minutos más, con estos amasados y reposos conseguiremos que la masa se despegue de las paredes del bol y se vuelva elástica y bonita. Dejamos reposar durante unas dos horas en un bol aceitado, tapado con papel film.

Después de estas dos horas de levado sacamos la masa y desgasificamos un poco, dividimos en doce bolas del mismo peso y vamos añadiendo las gotas de chocolate a cada bola formando bollitos con ellas. Ponemos en una bandeja de hornear sobre papel vegetal, separados entre si, puesto que crecerán en el segundo levado y al hornearlos. Dejamos de nuevo levar, tapados con un paño húmedo, más o menos tardará de una hora y media a dos horas, puesto que lleva muy poca levadura.

Precalentamos el horno a 180º y cuando haya pasado el tiempo del segundo levado pintamos los bollos con huevo batido y metemos en el horno durante unos 20 minutos o hasta que se vean dorados. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Aunque no creo que podáis evitar la tentación de pellizcarlos antes de que se enfríen..., están deliciosos.

Son una buena propuesta para acompañar con el café e ideal para compartir con invitados, además si le dais una bonita presentación sobre la mesa seguro que no os quedará ni uno, como a mi. Disfrutad de ellos este fin de semana.

Lidia.

Como ya sabéis en lo que va de año me he vuelto a poner al día con mi afición panadera que tenía más o menos olvidada. Ya son muchos los panes que os he enseñado en estos meses, así como tipos de masa madre. Ahora lo único que me faltaba era participar en el reto de Bake the World, un blog creado por unas expertas panaderas (Virginia, Salomé, Daniela y Clara) donde poder retarnos cada mes a preparar un pan de difententes países. Mi sorpresa fue mayúscula cuando recibí mi primera propuesta para participar este mes, las baguettes francesas, ya que yo ya las tengo publicadas en el blog, y además con una de las recetas que propusieron las chicas cuando nos enviaron la propuesta. Aunque claro ahora que estoy en plena experimentación con las masas madre lo primero que pensé fue en preparar de nuevo baguettes, pero en esta ocasión con otra receta y añadiendo una buena cantidad de masa madre para intentar usar la menor cantidad de levadura posible.

PREPARACIÓN:

La masa de las baguette no tiene muchas particularidades, la única diferencia quizás con otro tipo de panes es la de la formación de la baguettes. y, en esta caso, que al ponerle la masa madre, los tiempos de levado aumentan, por lo demás la masa habrá que prepararla como cualquier otra. Añadimos todos los ingredientes (menos la levadura fresca) al bol de nuestra amasadora, panificadora o similar y empezamos con el amasado (podéis hacerlo entero el amasado a mano, yo el amasado a mano lo dejé para los  minutos finales.). Cuando se hayan mezclado todos los ingredientes añadiremos la levadura fresca y dejaremos amasar a la máquina durante unos diez minutos. Sacamos la masa a la encimera y completamos el amasado a mano. Hacemos una bola con la masa y dejamos levar, en un bol aceitado, tapado con papel film durante unas dos horas.

Después de este primer levado sacamos la masa y desgasificamos, dejamos reposar la masa dividida en tres bolas de masa iguales sobre la encimera enharinada durante una media hora (taparemos la masa con un paño húmedo), éste paso la haremos para relajar la masa y que a la hora de su formado sea más fácil manejarla.

Después de esa media hora estiramos cada bola en forma rectangular de unos 20 cm x 25 cm y enrollamos la masa, cerrando las esquinas hacia abajo. Dejaremos sobre la encimera levar en caso de que vayamos a hornear en una piedra de hornear, sobre una bandeja de horno con papel vegetal en caso de que lo hagáis sin ella o en el molde especial para baguette (como el que se ve en la foto) si es que lo tenéis. Este levado durará una hora más o menos (al llevar masa madre no llegará a doblar su volumen tan facilmente durante el levado pero si que hará su trabajo la masa madre durante el horneado). Después de este último levado introducimos en el horno precalentado a 190º, previamente habremos pintado con una mezcla de clara de huevo y agua habremos hechos los cortes correspondientes. Dejamos durante una media hora, a la media hora sacamos y volvemos a pintar con la clara de huevo, introducimos en el horno cinco o diez minutos más, hasta que hayan adquirido un bonito color dorado. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. En cuanto se hayan enfriado podremos prepararnos nuestros bocadillos con él, ¿para que esperar, no?.

Si no os da tiempo comeros este pan en bocadillos seguro que es porque no dejaréis de pellizcarlo, es un pan riquísimo. Y muy fácil de preparar, y si queréis hacerlo sin masa madre sólo tendréis que pinchar en la receta que os mostré hace ya más de un año.

Lidia.

Comenzamos la semana con estos bocaditos de nata. Una idea estupenda si queréis quedar como reyes con vuestros invitados al café. Son tan pequeños, que lo difícil es no repetir y repetir. Los profiteroles o petisús son unos pastelitos en forma de bolita elaborados con pasta choux. En esta ocasión los he rellenado de nata, siguiendo la receta de Su, de Webos Fritos, aunque se pueden rellenar con ingredientes tanto dulces como salados. Se me ocurre prepararlos con un poco de queso Burgo de Arias y mermelada de pimiento rojo...., seguro que sería un bocadito de lujo. 

Y hablando de queso Burgo de Arias, ¿os acordáis de la prueba por equipos del programa que emitieron el día 7 de mayo de Masterchef?, pues aquí os dejo el enlace por si no os acordabais (pinchad aquí si lo queréis ver en grande) , y también os dejo el enlace de mi receta de la semana pasada, la tarta de queso Burgo de Arias que os presentaba el lunes pasado. Y ahora vamos con la receta de profiteroles.

INGREDIENTES PARA LA MASA CHOUX:

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 180º mientras vamos haciendo la masa. Para ello en un cazo pondremos la leche, el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar. Removemos bien con las varillas hasta que comience a hervir. Cuando ocurra ésto retiramos el cazo del fuego y añadimos la harina tamizada de golpe, seguimos removiendo con unas varillas  en el fuego hasta que todo esté bien integrado y comience a salir la grasa de la mantequilla a la superficie (podemos hacerlo con unas varillas eléctricas, aunque yo lo hice con unas manuales). Entonces retiramos del fuego y añadimos el primero de los huevos, removemos bien hasta integrar, así haremos con todos, de uno en uno.

Introducimos la masa en una manga pastelera (con boquilla lisa o rizada, yo puse esta última) y vamos haciendo bolitas pequeñas sobre la bandeja de horno con papel vegetal. Los pondremos separados porque luego crecen en el horno. Una vez que hayamos llenado la bandeja la introducimos en el horno durante unos 30 minutos. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. 

Mientras se enfrían montaremos la nata con unas varillas eléctricas, añadiendo el azúcar glass cuando ya esté casi montada ésta. Introducimos en una manga pastelera la nata. Abrimos con un cuchillo de sierra los profiteroles y rellenamos éstos, en el hueco, con la nata. Espolvoreamos con azúcar glass por encima y guardamos el el frigorífico hasta la hora de servir. También podéis añadirle chocolate fundido por encima y nos recordará aún más a los auténticos profiteroles.

¿Veis qué fácil?. No creo que os podáis resistir a ese placer intenso de comer y comer profiteroles y además comprobando lo sencillo que es prepararlos.

Lidia.

Más de dos años sin estrenar la máquina de hacer pasta,,,,y por fin me he decidido. No os imagináis cómo disfrutó Laura haciendo la pasta casera, ella quería darle a la manivela y todo, y cuando llegó su padre le dijo: ¡papá, mira lo que hemos hecho!, je,je....¡cómo disfrutan los niños en la cocina!. La experiencia ha sido estupenda, y, si, se ensucia un poco, con harina por todos lados, pero la diferencia vale la pena. Es muy fácil prepararla, muy pocos ingredientes los necesarios y si no tenéis máquina de hacer pasta podéis ver como lo hace mi amiga Ana María en Pequerecetas, sin ella, y le quedan igual de estupendos.Yo he visto varias recetas de pasta caseras, muchas diría yo, y al final me he decidido por seguir un poco más la receta de Virginia, de Sweet & Sour, aunque usando semolina, como ella aconsejaba. Preparamos tallarines para nosotros y espaguettis para Laura. Yo decidí preparar una receta que no enmascarara mucho la pasta, para poder disfrutarla, y lo único que lleva es mantequilla, setas (trompetas de la muerte) y trufa (en conserva). A Laura se los preparé sólo con tomate, y no dejó ni uno... Además aprovecho, con esta receta, para presentarme al concurso de Paula, de Con las zarpas en la masa, que convoca para celebrar su cuarto cumpleblog. 

PREPARACIÓN:

He amasado a mano esta primera vez, aunque Virginia también explica cómo hacerlo para los que tenemos la Kitchen Aid. Hacemos un volcán con la mezcla de las dos harinas y dentro añadimos los huevos y la sal. Empezamos a mezclar con un tenedor hasta amalgamar todo y después amasamos durante unos diez minutos a mano hasta integrar toda la masa y que quede elástica y homogénea.

Introducimos la bola de masa, envuelta en papel film, durante media hora como mínimo en el frigorífico. Después sacamos y cortamos en cuatro trozos. Estiramos con un rodillo uno de ellos y vamos pasando por el rodillo alisador de  la máquina de hacer pasta. Lo haremos varias veces (estará en el número más alto de vuestra máquina, la mía el 7). Después iremos doblando la masa y reduciendo el grosor del rodillo de la máquina hasta llegar a un grosor de unos dos milímetros. Una vez tengamos una plancha fina y rectangular la pasaremos por el rodillo de corte. Para que corra bien por el rodillo tendremos que ponerle harina por encima, y así no tendremos problemas. Mientras hacemos ésto con la primera bola de masa, las otras las tendremos reservadas en el frigorífico para que no se sequen, y procederemos con ellas como con esta primera.

Una vez que vaya saliendo la pasta ya cortada la pondremos a secar. Existen algunos aparatos específicos para ello, pero a falta de uno de ellos hay que improvisar, yo lo puse sobre el rodillo que uso para el fondant que estaba apoyado en dos vasos largos de cerveza, aunque podéis ponerlo sobre una percha o como dice también Virginia sobre el respaldo de una silla bien limpio.

Dejamos la pasta secar mientras vamos cortando la restante, y cuando la tengamos todas pondremos a hervir una cazuela con agua (1 litro de agua por cada 100 gr. de pasta). Añadimos sal al agua y cuando comience a hervir añadimos la pasta, y dejamos cocer unos tres minutos después de que el agua vuelva a hervir. Sacamos y escurrimos el exceso de agua, dejando un poco para añadir después a la salsa de la pasta.

Para preparar el acompañamiento de nuestra pasta pondremos la mantequilla en la sartén y cuando se derrita añadiremos las setas que previamente habremos hidratado en agua caliente durante una hora más o menos. Una vez que salteemos las setas en la mantequilla añadiremos la pasta y un poco de agua de la cocción removemos un poco y añadimos la trufa rallada. Servimos.

Como he dicho al principio la pasta resultó deliciosa, y el acompañamiento ideal, la mezcla de esta seta con la trufa es riquísima y acompañando a mis primeros tallarines caseros, supieron a gloria. Para terminar os enseño el plato de espaguettis que se comió Laura que quiso fotografiar, ella tampoco dejó ningún espaguetti en el plato.

En casa estamos deseando volver a preparar la pasta casera, la próxima vez creo que prepararé unos canelones, lasaña o algo similar...., ya estoy pensando....

Feliz fin de semana.

Lidia.

Hace unas semanas os traía la masa madre de Dan Lepard, y ya os hablaba de ésta que tenía en ciernes. La masa madre de Eric Kaiser es la primera que hice hace unos años, y, que, como os conté, dejé morir olvidada en los confines de mi congelador. Esta vez me he propuesto darle vida a mis masas madres y hacerlas funcionar, para conseguir resultados extraordinarios en mi pan. La masa madre de Eric Kaiser es más fácil de preparar y más fácil de mantener que la de Dan Leppard. En mi caso personal, comparando las dos, los resultados son muy parecidos en cuanto al pan que se consigue con ellas, lo que he notado es que para hacer un pan sólo con masa madre, sin levadura, la de Eric Kaiser necesita más horas de levados, aunque organizándose casi que no da trabajo. De hecho este primer pan que sale en la foto levó toda la noche, después le di forma por la mañana y para el mediodía ya estaba listo, y mirad qué resultado, ¿vale la pena o no?.

INGREDIENTES MASA MADRE ERIC KAISER:

 PRIMER DÍA: Mezclamos 50 gr. de harina integral con 50 ml. de agua y mezclamos en un recipiente de cristal. Cerramos y dejamos a temperatura ambiente durante 24 horas.

SEGUNDO DÍA: A la mezcla anterior le añadimos 100 ml. de agua, 100 gr. de harina de fuerza y 20 gr. de azúcar. Mezclamos bien y dejamos reposar, de nuevo tapado y a temperatura ambiente durante 24 horas.

 TERCER DÍA: A la mezcla anterior le añadimos 200 gr. de harina de fuerza y 200 ml. de agua. Mezclamos y dejamos reposar de nuevo 24 horas. En este momento ya podremos utilizar la masa madre. En caso de no usarla a diario la conservamos en el frigorífico, y antes de usarla la sacaremos un buen rato para que vuelva a temperatura ambiente. Cuando no la usemos en 8 días la refrescaremos añadiéndole 50 gr. de harina de fuerza y 50 ml. de agua. Y en caso de usarla para hacer pan repondremos la misma cantidad, es decir si gastamos 200 gr. de masa madre, la refrescaremos añadiendo 100 gr. de harina de fuerza y 100 ml. de agua.

PAN DE PUEBLO CON MASA MADRE DE ERIC KAISER (LEVADURA + MASA MADRE).

INGREDIENTES:

La receta es del blog de Olga, de Cocinando con Kisa, con algo más de masa madre. Amasamos todos los ingredientes, añadiendo la levadura fresca al final, y podemos hacerlo tanto en amasadora, en panificadora o a mano. Dejamos levar durante una hora dentro de un bol tapado con papel film. Después de este primer levado le daremos forma de hogaza y dejaremos levar de nuevo ya en la bandeja del horno, sobre papel vegetal o sobre la encimera enharinada, tapado con un paño húmedo, si vamos a hornear en una piedra de hornear. Cuando haya alcanzado el doble de su volumen introduciremos en el horno precalentado a 250º, bajamos a 225º y le hacemos unos cortes con la cuchilla, procuramos tener vapor en el horno, bien con unos trapos húmedos o vaporizando con un vaporizador de vez en cuando. Horneamos durante una media hora. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

HOGAZA DE PAN SÓLO CON MASA MADRE: 
INGREDIENTES:

• 650 gr. de harina panadera o de fuerza
• 220 gr. de masa madre de Eric Kaiser
• 300 ml. de agua
• 13 gr. de sal

 Amasamos todos los ingredientes, poniendo en último lugar la sal, y dejamos levar en un bol, tapado con papel film, toda la noche, a temperatura ambiente. Por la mañana temprano, sacamos la masa, desgasificamos un poco y le damos forma de hogaza o de lo  que más nos guste. De nuevo ponemos a levar, esta vez lo he puesto en mi baneton, durante unas cuatro horas, o hasta que veamos que ha crecido (no lo hará tanto como en el caso de llevar levadura, aunque sí que notaréis que gana en volumen). Introducimos en el horno precalentado a 230º, hacemos unos cortes, y dejamos a esta misma temperatura durante unos 40 o 45 minutos, procurando que no le falte el vapor, como en el caso anterior. Sacamos, dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla, y a disfrutar del pan.

El otro día recordaba con mi marido que cuando hacía pan antes ponía 25 gr. de levadura fresca por cada 500 gr. de harina. Ahora, en caso de ponerle, que como  veis cada vez quiero prescindir más de ella, pongo muy poca cantidad, con ello se consiguen panes mucho más ligeros y con unos alveolos preciosos, que hacen ver lo bien que se ha comportado el pan durante sus levados y posterior cocción. Ahora cada vez que tengo algo de tiempo libre (y es muy difícil conseguirlo) aprovecho para hacer pan, y seguir experimentando en este mundo apasionante. Prometo traer más.....
Lidia.