De nuevo es día de publicación del reto "El Asalta Blog", y fue tal el éxito arrollador que causó el mes pasado que este mes ha tenido aún más expectación. A lo que hay que añadir también que el blog asaltado este mes ha sido uno de los grandes, de los clásicos, de los que más tiempo lleva y más calidad tiene, no es otro que el blog de Paula, de Con las Zarpas en la Masa, es tan amplio el repertorio de Paula como estupendo, por lo que las dudas al elegir la receta que asaltar fueron muchas. Aunque esta tarta "semifrío", como ella la llama, me pareció espectacular. Y no me defraudó para nada, pues se trata de esas tartas ideales para el verano, por su sabor a limón y además se completa con una gelatina de gin tonic más que refrescante. La textura de la tarta es tipo mousse, pero haciendo honor a su nombre de semifrío, también se puede congelar, tal como hice yo, ya que esta tarta era para transportar y llevar, por lo que mejor es tenerla en el congelador el mayor tiempo posible para sacarla un ratito antes de su degustación. Si no son muchas horas las que permanece en el congelador ni siquiera se congelara, sino que el congelador le aportará ese frío ideal y que tanto se agradece en verano, lejos de otro tipo de preparaciones más pesadas.
Después de muchos días sin pasar por aquí supongo que más de uno estará ya empachado del bizcocho de plátano del otro día,,,,estoy de vacaciones desde el lunes, y lejos de tener más tiempo ahora para dedicarle al blog, tengo mucho menos, por lo que aunque cocino a diario, no tengo un rato para sentarme delante del ordenador y preparar entradas. Creo que iré yo adaptándome a las vacaciones y no ellas a mi, por lo que en las próximas semanas, lo que duren mis vacaciones, no garantizo regularidad en las publicaciones. Tengo pendiente publicar por fin el índice del blog, y aún me quedan cosillas que arreglar para hacerlo, así que poco a poco os iré dejando algunas recetas, las que considere más interesantes. Y ésta es una de ellas. Últimamente cuando voy a IKEA me detengo más en la tienda de comestibles de la salida que en los muebles y complementos. Suelo comprar cosillas para probar, y donde antes sólo compraba la cebolla frita, ahora siempre hago una pequeña selección de artículos. Esta vez me he traído queso, unos biscotes de pan con eneldo, y dos de los ingredientes que lleva esta receta. Una mostaza especial para salmón y unos pepinillos en vinagre.
Ya se que estos calores no invitan a encender el horno, pero es que este bizcocho surgió de la necesidad de tener que acabar con unos plátanos que me habían regalado. Son infinidad de recetas, tanto saladas como dulces, las que se pueden realizar con los plátanos, pero el bizcocho era lo más rápido y menos dificultoso. Son 45 minutos de horno, en los que podemos aprovechar para salir de la cocina, buscando el sitio más fresquito de la casa, no requiere más. La variedad de plátanos usada no es muy común en algunos puntos geográficos, aunque aquí si que los vemos con mucha frecuencia, los denominados plátanos bastos, cuyo nombre científico o más comercial no conozco, ni tampoco lo he encontrado por Internet. Desde niña es la variedad de plátanos que más me gusta, aunque son algo más pesados que los plátanos canarios, por ejemplo, pero eso sí, me resultan más dulces. He usado la misma receta del bizcocho de calabaza que ya tengo publicada y que tiene tanto éxito en mi blog, sólo cambiando la calabaza por el plátano.
Este gazpacho lo preparé el sábado para un concurso de gazpachos que se celebró en el anejo de La Caleta (Salobreña) con motivo de las fiestas patronales de la Virgen del Carmen. Como siempre mi participación en estos eventos o concursos es arriesgada o, más bien distinta. No suelo presentar nada tradicional, prefiero presentar propuestas más arriesgadas. Con el pisto o caponata siciliana triunfé, ya os lo contaba hace unas semanas. Pero este gazpacho no fue del agrado del jurado. De hecho creo que de los seis participantes (como siempre no entiendo la poca participación en estos eventos) éste gazpacho es el que menos gustó. Además otro handicap fue que lo probaron el último, después de todos los anteriores, todos ellos tradicionales, por lo que les chocó ese sabor a fresas, después de haber probado los anteriores. De cualquier forma, bajo mi punto de vista, este gazpacho (o si no lo quieren llamar gazpacho, llamenlo de otra forma) es estupendo, máxime cuando todas las verduras y las fresas, a excepción del pepino, son del huerto de mi suegro, y fueron cogidas el día anterior a la preparación de este gazpacho. Ingredientes frescos y ecológicos en un gazpacho diferente. Tuneé un poco la receta de Ana Ruiz, como siempre innovadora en la cocina, y le añadí pepino que el de ella no llevaba (por eso de imprimirle algo tradicional al plato), y rompí después añadiéndole azúcar morena de Frigiliana al gazpacho. Me contuve un poco porque se me pasó por la cabeza incluso añadirle un poco de ron, para convertir el gazpacho en un "gazpacholibre" o "cubagazpacho", no creo que esta última idea hubiese convencido al tradicional jurado.
Cuando me propuse organizar un concurso para celebrar el tercer aniversario de mi blog, con la colaboración de Ibili, como patrocinador, no pensé que iba a ser tan difícil elegir un sólo ganador. Todas las propuestas presentadas son estupendas, más que eso, diría yo. Y el jurado ha tenido muy difícil la deliberación. Tras días deliberando, por fin, han llegado a una conclusión.
Me va a costar ser imparcial a la hora de hablar de Almuñecar y de la Costa Tropical, nada me va a hacer hablar mal de mi tierra....Siempre la Costa del Sol ha hecho sombra a mi querida Costa Tropical, incluso han llegado a confundirse por muchos....Eso ha sido malo para algunas cosas, pues siempre la Costa del Sol ha sido un destino más demandado,,,,pero lejos de perjudicar a nuestro turismo, el nuestro ha sido más selecto, más familiar, menos sofocante....y es que mi tierra puede ofrecer al viajero todo lo que busque....Almuñécar, en mayor medida que mi amada Salobreña, ha sabido explotar todos sus recursos, y su clima, el principal de ellos, es el que ha influido sobre todos los demás, haciendo multiplicar a Almuñecar, en la Almuñecar Cultural, la Almuñecar gastronómica, la Almuñecar familiar, la Almuñecar submarina, y, por qué no la Almuñecar canalla, con sus terrazas nocturnas a pie de mar....Almuñecar, Almuñecar y Almuñecar, fenicia, romana, musulmana, castellana, y en los últimos tiempos Almuñecar políglota. Desde la playa de Cabria hasta la de Cantarriján, pasando por la de Calabajío, Pozuelo, Velilla, Puerta del Mar, San Cristobal, Cotobro, Fenicia, Marina del Este, La Herradura, diecinueve kilómetros de playas, alguna de ellas, menos concurridas y paradisiacas...., hacen que, junto con el microclima del que disfrutamos durante todo el año, parezca que estamos en el mismísimo Caribe.
Hace ya mas de un año que probé esta tarta de la mano de Begoña, y quedé impactada. Es una de las mejores tartas de queso que he probado, si no la mejor. El otro día Ana María, también la publicaba, y ese fue el empujoncito necesario para que yo también terminara de hacerla. Ellas le ponen confitura de frambuesas en lugar de la mermelada casera de frutas del bosque que le he puesto yo. Es la primera vez que hacia la mermelada con frutas del bosque, y además con el añadido de que éstas eran congeladas (de LIDL), puesto que aquí me resulta casi imposible comprarlas frescas, y además si las hay es a un precio elevado. Con la bolsa de LIDL, que cuesta 3 euros y que podéis encontrar a veces en oferta a 2 euros, nos dará para hacer un bote grande, los dos medianos que vemos en la foto y aún sobra para medio más de éstos. La mermelada sale estupenda, pese al miedo que tenía de usar fruta congelada para hacerla, puesto que es la primera vez que preparo mermelada con la fruta congelada. De cualquier forma, con confitura de frambuesas o con mermelada de frutas del bosque, la tarta es increíble, el punto de cremosidad que le aporta el chocolate blanco es extraordinario.
De un tiempo a esta parte, en las meriendas de mis hijos las barritas de pan de pipas comerciales han tomado protagonismo, por lo que me plantee la posibilidad de hacerlas en casa. La pena es que Hugo sigue prefiriendo las comerciales, aunque, para mi, después de probar éstas no hay color....A Laura si que les encantaron, y a nosotros también, de hecho no duraron más que unas horas. Es una receta sumamente fácil, ideal incluso para los que no se han atrevido con el pan hasta ahora. Es una masa parecida a la de pizza, y recuerda al pan pizza, pero con pipas. Podéis usar esta misma masa para preparar otras barritas aromatizas con hierbas o incluso sin nada, para mojarlas en una fondue de queso (¡qué ideas se me ocurren tan calóricas!). La receta la vi en Gastronomía & Cía.
Foto actualizada a 29-04-2020 |
Esta receta más que un plato en sí es un una reseña, un guiño a mi tierra, una forma de vida. Las espichás o boquerones secos se han preparado a lo largo de los años. Era normal ver a los trabajadores llevarse un bocadillo de espichás con un huevo frito para tomar a media mañana, después de llevar muchas horas levantados en el duro trabajo. El olor de estos boquerones mientras se fríen es uno de los olores de mi infancia.....aunque yo nunca me los he comido. Esa es la razón por la que aún no había publicado esta receta, pese a que me parece una receta fascinante, no la he comido nunca, manías de niña... Hablamos de un técnica, el de secado del pescado ancestral, y no debemos estudiar mucho el tema para intuir que esta forma de comer el pescado se haría para dar salida al exceso de boquerones que pudiese llegar a los mercados. Yo os voy a poner la receta de mi madre, ella siempre ha secado los boquerones en una aguja de las de hacer punto o tejer, aunque la técnica propia es la de ensartarlos directamente en un canuto o cañavera (o alambre). Alguna gente no es partidaria de secarla en verano para evitar el tema de los insectos, aunque los sabios en la materia restriegan limón en los boquerones para evitar que los insectos acudan a la llamada olorosa del pescado. Mi madre para evitar esto y sin ponerle limón los seca directamente en su cocina en verano, y en la terraza en invierno. No son necesarias muchas horas para el secado, basta con un día en el exterior, y algunas horillas de más si lo hacemos dentro. Una vez seco se fríe con ajos y se acompaña de un huevo frito y pan.
La semana pasada os hablaba del proyecto de un paisano de comercializar un licor de chirimoya totalmente ecológico. Hoy traigo una receta con ese licor y voy a hablaros más detenidamente de Raúl Jiménez, éste, cocinero de profesión y que regenta en Salobreña el Restaurante La Vega, ha elaborado un licor de chirimoya ecológico. En tiempos de crisis es difícil sacar un proyecto adelante y le hace falta un empujoncito económico para poder iniciar la comercialización. Para ello a través del portal Verkami ha iniciado un proyecto para captar a pequeños inversores, para que formen parte de este proyecto. La inversión es casi simbólica, puesto que a partir de 10 euros se puede empezar a colaborar, o 20. Una vez comercializado el licor, éste enviará a cada inversor su "recompensa", que podréis ver en el enlace. Es como un juego con el que, a través de todos, podremos hacer posible el sueño de Raúl. El único problema es que este tipo de proyectos o campañas de crowfunding estás limitados en el tiempo, y si además no se llega a obtener la cantidad necesaria para poder iniciar el proyecto, en este caso 3000 euros, el proyecto no se llevará a cabo y se devolverá todo el dinero a aquellos que habían colaborado en la campaña. El tiempo apremia y sólo faltan 11 días para que acabe la campaña, y aún queda un largo camino hasta llegar a la cantidad final. Por lo que os pido que os informéis bien de esta campaña y si os interesa colaboréis, porque entre todos podemos hacerlo. También os dejo en enlace de su página en Facebook para que podáis ver toda la información.
El sábado pasado, a las 23:59 terminó el plazo para presentar vuestras mejores tartas a mi concurso. Durante un mes he recibido más de 50 propuestas, 53 en total, de las que estoy muy agradecida, ya que no era una receta cualquiera la que os pedía, sino una tarta, con lo laboriosas que son la mayoría de las veces, incluso se de algunos que han creado sus propias tartas exclusivamente para presentarlas a mi concurso. Han sido 53 magníficas propuestas, dando mucho nivel a este concurso. Mientras mis chicas del jurado deliberan yo os voy a dejar un resumen con sus enlaces de todos los participantes, esperando para saber quién va a ser el agraciad@ que se lleve el fantástico kit de repostería que ofrece Ibili, valorado en 120 euros.