Hoy de nuevo salimos con otro reto, esta vez el de Tía Alia. Hace ya algunas semanas que preparé este plato, y, sin lugar a dudas, no creo que vaya a pasar a la historia de mi cocina. Era la primera vez que lo preparaba y la verdad es que no nos aportó nada nuevo. Esperaba más, siendo un plato típico de la cocina catalana y con bastante renombre, aunque creo que el fallo fue mío pues lo hice con un corte de ternera que no creo que sea el más adecuado para el plato, ya que según he leído esta carne una vez hecha se deshace con mucha facilidad, y mis filetes de babilla se quedaron algo más rígidos. Hice la receta tal cual está en el recetario de la tía Alia, aunque se suele poner setas en casi todas las versiones que he visto en la red.
INGREDIENTES:
- Unos filetes de ternera de la parte más tierna
- Una cebolla
- Un kg. de tomates maduros
- Un vaso de caldo de cocido
- Harina
- Un diente de ajo
- Perejil
- Unas hebras de azafrán
- Pimienta negra
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN:
Salpimentamos los filetes de ternera y enharinamos. Freímos en una sartén con aceite de oliva y reservamos una vez fritos. En esa misma sartén pochamos la cebolla picadita. Una vez que la cebolla se haya pochado, rallamos los tomates y añadimos al sofrito. Dejamos unos minutos y añadimos a la sartén los filetes.
Preparamos una majado con el ajo, el perejil, la pimienta y el azafrán en el mortero, y añadimos a la sartén junto con el caldo del cocido. Removemos con cuidado.
Dejamos a fuego lento durante unos treinta o cuarenta minutos hasta que el caldo se haya consumido y la carne esté tierna. Si vemos que le hace falta más caldo le añadiremos un poco más, todo dependerá de la textura de la carne.
Se trata de un plato en el que mojaremos mucho pan, ya que la salsita, aunque espesa, es ideal para hacerlo, y es, quizá, lo mejor del plato.
Feliz lunes.
Lidia.