Para empezar la semana un plato completísimo de pasta, pollo, verduras y salsa de soja. Mi amiga Maribel me habló de la pasta que preparaba el cocinero del Restaurante La Bahía (Playa del Peñón, Salobreña), donde ella trabaja, para el personal del restaurante. Me dijo que era una pasta con verduras y que estaba muy buena, así que me interesé por el plato, y me comentó los ingredientes que le ponía. No se si se parece al plato que ellos toman, pero creo que en esencia tiene que ser muy parecido. En casa nos ha encantado, la mezcla de verduras es brutal, brócoli, espárragos trigueros, zanahoria, tres variedades de setas, pechuga de pollo que previamente va cocida y luego salteada, regado con salsa de soja y conjugado con pasta. Es uno de los mejores platos de pasta que tengo publicados, y eso que tengo bastantes. No sólo seduce por los ingredientes, sino por el colorido de los mismos, por lo que será un plato de éxito asegurado, ya me contaréis.
Un nuevo domingo de reto Asalta blogs, y éste con una receta que tenía en pendientes desde que se la vi a Kanela y Limón, y que cuando vi en el blog asaltado de este mes, Postres Originales, no dudé en preparar. Saben exactamente iguales que los originales. Son fáciles de hacer, no quedan perfectos como los comerciales, pero si bastante resultones, así que si queréis sorprender a familiares y amigos no dudéis en prepararlos. He usado Nutella para el relleno y chocolate con leche Milka para la cobertura, no os garantizo que con otras marcas se parezcan tanto a los comerciales, pero si los probáis ya me decís. Con estas marcas están bastante conseguidos, os lo garantizo.
Si me seguís habitualmente sabréis que uno de mis platos preferidos son los risottos. Ya son muchos los que forman parte de mi recetario, me gustan en todas sus variedades. Hoy le toca el turno a uno marinero, lo vi en una revista y, aunque he tuneado un poco la receta, el resultado nos ha encantado. El original también lleva jibia y calamares, aunque yo no los tenía y sólo le puse gambas, mejillones y almejas, todo limpio, lo que además ayuda a que los niños también lo coman (Laura ya va comiendo todo lo que preparo, aunque Hugo todavía es reticente a probar este tipo de platos). No lleva ningún extra añadido de mantequilla y queso, lo que lo hace muy ligero. Os invito a probarlo este mismo fin de semana, que acompañado de un vinito blanco seguro que es un éxito seguro.
Para mí las recetas de Xavier Barriga son un éxito asegurado. Desde que tengo su libro Pan he hecho infinidad de recetas. Sus explicaciones son sencillas, su forma de trabajar con las masas muy fácil, mucho menos complicada que otros panaderos internacionales de más renombre. En definitiva, que para los que se quieran iniciar en el mundo de las masas no sería mala idea hacerlo con recetas suyas. En esta ocasión he querido preparar unos panecillos de leche. Solos o acompañados de cualquier relleno son ideales. Engordan, sí, pero nada tienen que ver con los panecillos de leche industriales que podemos encontrar en los comercios. Podemos congelarlos y sacarlos uno a uno para las meriendas de nuestros hijos, y así cada día tomaran una merienda casera.
Este es uno de esos platos que nos entusiasmó en casa. Un guiso de sepia muy bien acompañado de alcachofas, pimiento rojo, patatas, tomate....lo malo es que es un plato para mojar pan, y mucho. Pero una forma de tomar la sepia o jibia de forma distinta a lo habitual. En casa sólo la tomamos a la plancha, frita o en salsa de almendras. Y todo maridado con uno de los AOVES que nos regalaron en GastroAOVE, Palacio de los Olivos. Un AOVE de muy buena calidad y más económico que muchos, 9 euros la botella de 500 ml. Se trata de un AOVE de la variedad Picual, procedente de Almagro (Ciudad Real), cuya nota de cata es frutado intenso, aceituna verde, presencia de hierba verde, tomate, alcachofa. En boca equilibrado con amargor y picante levemente perceptibles.
Para acabar la semana no nos vamos a complicar mucho. Vamos a aprovechar el tiempo de fresas y fresones para preparar un postre muy sencillo, rápido y rico. Un postre que se puede improvisar sobre la marcha y que hará las delicias de nuestras familias e invitados. Incluso si no os gusta la mezcla de queso y nata podéis sustituirla por una capa de chocolate, ¿qué os parece!, ¿a que también combinan el hojaldre, el chocolate y las fresas?.
Otro nuevo reto de los blogs de cocina de Andalucía, página de Facebook que creó en su día mi amigo Jose Manuel y que no para de seguir creciendo. Él, que es un hombre muy prudente, no quiere saturar la página con retos mensuales, pero tres o cuatro veces al año sí que le gusta preparar algo. Ya hace meses que me comentó lo de las tortillas, y yo encantada porque tenía en pendientes desde hace mil años la tortilla Sacromonte, típica tortilla granadina. Reconozco que a mucha gente no le gusta la tortilla Sacromonte por uno de sus ingredientes principales, los sesos (normalmente son de carnero, aunque los míos son de cerdo). Existen muchas versiones de esta tortilla, aunque algunos ingredientes si que coinciden en todas, como los sesos o los guisantes. La mía también lleva pimientos morrones y jamón. Las patatas van cocidas previamente, en vez de fritas. El resultado es el de una tortilla muy jugosa, y con un sabor delicado que enmascara los sesos, así que si no queréis decir nada de ellos, ni siquiera lo digáis, seguro que no se dan cuenta.
Hoy lunes vengo con una de esas tartas famosas de la red, una tarta de Nigella Lawson y que yo descubrí gracias a Silvia, de Food and Cook. Hace ya más de dos años que la hice por primera vez, aunque en aquella ocasión no pude publicarla. La he vuelto a hacer este fin de semana para celebrar el santo de mi marido que fue ayer. Es una tarta que me gusta por varios motivos, uno de ellos es porque no necesita relleno, consta del bizcocho y del frosting que la corona, imitando un vaso de cerveza. No resulta pesada, al no llevar relleno. Y lo mejor es que, a diferencia de la mayoría de las tartas, ésta no necesita más de dos horas de elaboración, así que podemos improvisarla sobre la marcha. El resultado es un bizcocho húmedo y muy jugoso, pero a la vez denso. Es difícil negarse a comerse un trocito, y además no sabe nada a cerveza, por si algunos lo pensaban. Es una buena tarta para preparar el día del padre que es el próximo miércoles, y para celebrar también el día de San Patricio, que se celebra hoy.
No es nada fácil encontrar por aquí boletus frescos, por lo que cuando los encontré en el mercado no dudé en comprarlos (el precio era de 13 €/kg). Mi primera idea fue hacer pasta con ellos y aproveché de nuevo para hacer pasta casera. No tengo molde para los raviolis, y ni siquiera los hice con ningún cortador rizado. Los míos son más rústicos, cortados con cuchillo y prensados con un tenedor por los lados, así no tendréis excusa para hacerlos vosotros mismos en casa. De hecho no es necesario ni la máquina de pasta, podéis estirar la masa con un rodillo y dejarla bien fina, aunque yo si que la he usado...ya que la tengo, tengo que amortizarla.
Si os digo que es la primera vez que preparo la salsa tártara no os lo vais a creer, ni yo misma entiendo cómo he podido dejar que pasara tanto tiempo sin probar a hacerla en casa. Pero cuando vi estas cigalas den el mercado no pude resistirme a comprarlas y pensé que eran tan bonitas que se merecían un acompañamiento de lujo. Esta salsa es una salsa que va con el marisco en general, con pescados ahumados, como el salmón, con frituras de pescado, con pescados al vapor, aunque también puede acompañar verduras o carnes. La he visto preparada de muchas formas, con mostaza, sin ella, con huevo duro, sin él, con vinagre, sin él, con aceitunas, sin ellas, con yogur griego, sin él. Mi versión es muy básica, pienso que es la mejor forma de hacerla a la primera. Y las siguientes veces ir añadiendo más ingredientes si lo consideráis necesario, aunque para mi está perfecta sin nada más
Si hay alguna receta infalible para una tarde de café en familia, esa es la de un bizcocho, los hay de tantos sabores, con diferentes ingredientes, formas..., es raro que alguien se resista a un trocito de bizcocho casero. Éste es un tuneo de uno que yo ya tenía publicado, con nata, y he sustituido por crema de cacao con avellanas, es decir, Nocilla o similar, la nata. Es un bizcocho que estéticamente no queda muy bonito, más bien feo, ya que se forma una costra frágil en su superficie que se rompe con facilidad al cortarlo. Tiene una miga densa y jugosa, pero que en boca es muy esponjoso. A mi me ha resultado absolutamente delicioso.
Ya os he ido dando pinceladas del fin de semana del 14 al 16 de febrero en Martos (Jaén), en el I Encuentro de Bloggers Gastronómicos Enamorados del AOVE, coincidiendo con la III Edición de #TwittsandAOVE, organizado por una de las personas que más sabe en nuestro país de AOVEs (Aceites de Oliva Virgen Extras), Rosa Marchal. Ya el año pasado cuando la conocimos en Gastrotur vimos que lo de Rosa y el AOVE era una verdadera historia de amor, aunque en aquel encuentro sólo pudiera hablarnos un poco del tema, pero ahora nos ha emplazado a su tierra para hacernos descubrir todo sobre la cultura del AOVE, ha conseguido enamorarnos a todos del AOVE, ha conseguido volvernos exigentes en materia de ACEITEs, y evitar que nos den gato por liebre. El sentimiento común de todos los asistentes al evento ha sido el convencimiento de que este fin de semana ha sido muy productivo y vamos a empezar a hablar con conocimiento de causa de los verdaderos AOVEs que tenemos en nuestro país. Vamos a aprender a maridar cada AOVE con diferentes recetas. Pero vamos a empezar por el principio. Viernes 14 de febrero, 18:30.
Hoy lunes os dejo una receta de bacalao para triunfar. Sin duda es una de las mejores recetas de bacalao que tengo publicadas. Lo tiene todo, rápida, fácil, cómoda de preparar, incluso un plato para sorprender a nuestros invitados por lo rápido que es de preparar. Aunque este tipo de platos tan simples y elementales sorprenden por la calidad de sus productos, el secreto está en un buen bacalao y, como no, en un buen AOVE, en este caso Cortijo La Torre. Estos lomos de bacalao yo misma los desalé, aunque si podéis conseguir unos buenos lomos de bacalao congelados en su punto de sal, también podréis usarlos.