Último día del mes y de nuevo toca reto del #asaltablogs. En esta ocasión el blog asaltado del mes ha sido el de Olor a regalices, y llegados a esta época del año, lo que más me apetecía asaltar era una receta bien fresquita, y una de las más fresquitas que tiene Laura Selene publicadas es este sorbete de limón. En esta ocasión he tuneado algo la receta, al añadirle tres claras montadas al sorbete antes de mantecar en la heladera. La idea de añadirle las claras las volvía a ver en Mercado Calabajío. El resultado ha sido fantástico, he conseguido lo que quería: un refrescante sorbete helado de limón con mucho cuerpo. Espero que os guste mi versión.
Después de más de 30 bizcochos publicados en el blog, éste que os traigo hoy tiene algo muy especial. Éste es, por excelencia, el bizcocho de las panaderías de la zona, el bizcocho de mi niñez y el de la de muchos. Ese bizcocho que venden en casi todas las panaderías y pastelerías de la zona. Un bizcocho que yo siempre lo he visto en formato redondo, más pequeño y algo más alto, que el que yo he hecho, metido en bolsas de plástico sobre el mostrador de los obradores. Aunque también se vende en formato grande por encargo. Hace años lo hice por primera vez, pero perdí la receta. Y el año pasado, Carlos Dube, lo publicaba en su blog, realizado magistralmente por su hermano, colaborador ocasional de su blog, Mercado Calabajío. Ellos le daban el nombre cariñoso de bizcocho de Motril, aunque realmente yo no se si tiene otro nombre. Yo creo que se comercializa como bizcocho a secas. Se quedó la receta en la carpeta de pendientes, hasta que un acontecimiento me hizo precipitar la ejecución de la receta. Como os he dicho son más de 30 bizcochos los publicados en mi blog, pero de ellos, mi hijo Hugo no se ha comido ninguno, ni siquiera lo ha probado. Pero el día de fin de curso encargamos uno grandísimo, en formato rectangular, para que todos los niños desayunasen en clase, concretamente de Panadería Los Tolinos de Salobreña, donde lo hacen riquísimo, y vi como Hugo se comía un trozo enorme sin rechistar. Pensé que el pobre se lo tomaba porque no había otra cosa para el desayuno. Pero días después, en una comida entre amigos, una amiga de Lobres (Salobreña) trajo otro de una panadería de allí, esta vez casi en el mismo formato que he hecho yo. Le ofrecí a Hugo un trozo para merendar y se lo comío, pero luego vino hasta cuatro veces más a por otro trozo, por lo que deduje que bastante la había gustado. Así que no he encontrado otro momento más idóneo para prepararlo. La receta sale clavada, es el mismo sabor a los que se comercializan, igualito....El hermano de Carlos monta claras y yemas a mano, aunque yo las claras si que las he montado con la Kitchen Aid, mi brazo me lo ha agradecido. Por lo que podéis usar vuestra batidora de varillas para estos menesteres.
Después de unos días intensos de fiestas y muchas comidas lo que apetece es hacer comidas algo más ligeras, como esta ensalada que convertí en plato único para almorzar. Una completa ensalada de arroz, a la que se unieron otros productos que andaban por la despensa esperando su uso. Lo que convierten a esta ensalada en una ensalada de aprovechamiento, con un resultado altamente recomendable. Le acompaña una vinagreta de salsa de soja que le aporta un sabor muy especial. Otra ensalada que aporto al reto #ponunaensalada2014, con el que conseguir un recetario de ensaladas ideal para hacer más sano nuestro verano.
Sin darnos cuenta hemos llegado al verano, la noche de San Juan simboliza el paso de una estación a otra y con las numerosas hogueras se pretende dar más fuerza sol que a partir de ahora empieza a perder fuerza. Son tradiciones que se extrapolan también a la gastronomía, y a la famosa coca de San Juan dulce le salen variantes en forma salada. Es una tradición de la cocina catalana que se ha extendido al resto del país, y hoy para celebrar la noche de San Juan os traigo esta coca salada de carne picada y verduras con la que podemos encontrar muchas similitudes con la pizza italiana. La masa es una receta de la thermomix, a la que yo le he dado tiempo de levado que en la receta original no llevaba.
Esta noche España se moviliza con el partido de fútbol...y más nos vale acabar bien para seguir aspirando a algo en este mundial, no quiero ni pensar que ocurra lo contrario. No sabemos si es mejor no aspirar a nada como ocurría antes o aspirar a todo como ocurre ahora..... Lo que está claro es que para estos partidos lo que nos apetece es un picoteo entre amigos. Y yo, en mi cruzada particular, contra los alimentos precocinados, aquí os traigo unos deliciosos fingers de pollo caseros y muy crujientes. Y para hacerlos crujientes le he puesto una cobertura de kikos y cereales tipo Corn Flakes.
De nuevo llegan a mi cocina aromas de otras tierras, Marruecos está tan cerca de la Península que es raro que su cocina no nos sea más cercana. Yo tuve que cruzar el estrecho hace años para descubrir parte de su riqueza gastronómica. Y desde entonces han sido más de un tajine los que han desfilado por aquí. Todos consiguen el mismo efecto en mí y en los que lo prueban, llevarnos a tierras que jamás conoceremos a fondo y que quizás idealizamos, pero es que su cocina es tan rica en matices y sabores que embriagan desde el principio. Esta paletilla de cordero iba camino de convertirse en una preparación más tradicional y por el camino acabó convirtiéndose en una receta de otra tierra. Además como nos sobró preparé otra receta que traeré más adelante. Os animo a que preparéis estas recetas en casa, son muy fáciles y el resultado muy bueno.
Me gusta terminar los viernes con un postre, y ahora con estos calores me apetece algo fresquito, como un helado casero. Hace ya tiempo que quería preparar helado con sabor a tarta de queso, en mis comienzos ya preparé uno de queso philadelphia y fresas, pero no era el sabor típico a tarta de queso que he conseguido con este último. Me inspiré en una receta del blog Creme the la crumb, aunque varié algunas cositas, como añadirle galletas tipo digestive y sustituir las fresas enteras por un coulis de fresas. Lo he mantecado en la heladera, aunque si no la tenéis también se puede hacer manualmente o en thermomix. Mi marido dice que hacía tiempo que no se tomaba un helado tan bueno, ni dentro ni fuera de casa....lo que es un halago....yo poco lo he podido probar, sólo un poco del de la foto....y es que he cogido una faringitis que casi no puedo ni hablar....así que me guardaré un poco para la semana que viene que espero estar mejor.
Sigo sorprendiéndome de mi misma, no es normal como han cambiado mis gustos en estos años, como me gusta ahora comer de todo crudo, como alucino cuando pruebo un nuevo tartar y veo que me encanta. El de atún nunca lo había hecho en casa, pero sí que lo había probado fuera. No es atún rojo, puesto que aquí no es fácil encontrarlo, ni es solomillo de atún, puesto que en la pescadería sólo tenían parte de la aleta para vender, pero el resultado ha sido delicioso. Junto con el aguacate, el tomate y el toque de cítricos que le pone la lima es ideal. Además aderezado con un AOVE de premio, como es el Dominus Cosecha temprana y maridado con un vino rosado bien fresquito para la ocasión, el Señorío de Sarria. La receta la he visto, con algunos cambios, en el libro " Un país para comérselo"
Aún no he tenido tiempo ni de reponerme del encuentro gastroblogero de #Almuñécar, del que os traeré un resumen a lo largo de la semana, pero mientras el blog sigue, y hoy tocan estos mejillones en escabeche, unos mejillones que me regalaron recién cogidos, unos mejillones que estuve limpiando más de una hora pero que después valió la pena hacerlo, ya que son los mejores y más sabrosos que he tomado nunca. Son unos mejillones de roca, más pequeños que los que se venden habitualmente pero con mucho más sabor. Pensé hacerlos en salsa picante, pero al ser tan pequeños decidí aprovecharlos para escabecharlos. Hacía años que no lo hacía, pero después de éstos tan buenos, no voy a esperar a que pasen tantos años para volver a hacerlos. He visto muchas formas de hacerlos en escabeche, pero éstos no necesitaban muchos ingredientes, sólo AOVE, vinagre, laurel y un poco de pimentón.
Siempre me han gustado más los postres individuales que los que hay que porcionar, son mucho más cómodos para comerlos y para mantenerlos dentro del frigorífico e ir cogiendo según tengamos ganas. Tenía varias tabletas de chocolate blanco especial para postres y pensé en preparar estos vasitos tipos mousse, pero no quería preparar sólo mousse sino completarlo con otro sabor, y aproveché que tenía frutas del bosque congeladas para hacerle una gelatina y coronar los vasitos. La mousse de chocolate blanco por sí sola es deliciosa, pero junto con esta gelatina es absolutamente extraordinaria, ese contraste de ambos sabores me ha encantado, un conjunto de sabores que ya os presentaba en su día con la tarta de queso y chocolate blanco con frutos del bosque.
Hoy no os traigo receta, sino un sorteo que seguro que os va a gustar, ya que desde Lékué han querido colaborar conmigo en la celebración del cuarto aniversario del blog y ofrecen cuatro de sus productos estrella. Productos que nos hacen más fácil la cocina. Ya os enseñaba hace unas semanas el kit para sushi y los buenos resultados que me dio, pese a ser la primera vez que lo preparaba en casa. El molde para tortillas, el spanish omelette es un molde para realizar, de una forma fácil y cómoda, elaboraciones redondas que necesiten de una cocción a doble cara. Es ideal para cocinar deliciosas tortillas de patatas, frittatas y mucho más, en el microondas. Con los moldes minute cake disfrutarás de un exquisito dulce en pocos minutos, un molde para cocinar postres de cuchara en porciones individuales dentro del microondas y en el que podrás comer directamente o servir a la mesa. El molde ovo cuadrado es un molde de silicona para cocer de una forma práctica y original huevos con forma cuadrada. Escoge tus ingredientes favoritos y combínalos a tu gusto para dar sabor a tus recetas. Diferentes propuestas fáciles y saludables de cocinar huevos. los moldes OVO te permiten una gran variedad de cocciones: huevos duros, pasados por agua, mollet e incluso tortillas al baño María o microondas.
Quizás me he quedado corta con el nombre de esta ensalada, pero es que son tantos los ingredientes que lleva que sería muy largo enumerarlos todos: cous cous, espinacas, fresas, pollo, bacon, queso de cabra, cilantro y vinagreta de fresas. Y es que una ensalada muy parecida lleva tiempo en mi tablero de recetas pendientes de Pinterest. Concretamente una ensalada del blog Closet Cooking, un referente para mi de los blog internaciones, pero que en esta ocasión llevaba quinoa en lugar del cous cous que finalmente le he puesto yo, también llevaba aguacate, y a mi se me olvidó, y la vinagreta era distinta a la mía, la mía de fresas. El resultado ha sido espectacular, una ensalada muy completa con todos estos ingredientes y que además quedan muy bien conjuntados, incluso el cilantro que no me gusta mucho.
Para empezar con el lunes una receta de reciclaje, y es lo que tiene la pasta, que es un plato tan versátil que se le puede añadir lo que queramos. En esta ocasión se trataba de hacer limpieza en el congelador, donde aparecieron unas vieiras congeladas y langostinos. Además tenía unos tomates cherry amarillos que me habían regalado, por lo que completé el plato con ellos. Lo bueno es que es un plato no excesivamente calórico, al carecer de salsa alguna, y es precisamente lo que busco en estos platos, hacer una comida sin excesivas calorías. En esta ocasión hemos acompañado la pasta con una cerveza que nos gusta mucho en casa, como es la Cerveza Casablaca. Una cerveza que descubrí hace años, cuando viajé a Tánger, y que, desde entonces cada vez que la vemos en algún super la compramos. Para los expertos en cerveza no es una gran cerveza, sino una cerveza que atrae por su origen exótico, como es Marruecos, por su etiqueta que nos lleva al desierto y por su nombre, que recuerda a la mítica película del mismo nombre, donde el Rick más famoso de todos los tiempos la tomaba mientras ahogaba su amargura en ella. Para mi, que no soy excesivamente cervecera, me parece perfecta, ya que es muy suave. Aunque los expertos dicen que enseguida pierde su cualidad de refrescante y sacia poco la sed. De cualquier forma, a mi me gusta, y os la dejo como referencia cervecera.