Esta receta estaba en pendientes desde hace más de un año. Hay libros de cocina que compras, hojeas una vez y los dejas en la estantería para siempre, otros de los que haces alguna que otra receta, pero algunos de los que llevas medio libro de recetas hechos. Hace tiempo compré un libro aparentemente sin muchas pretensiones, llamado Conservas, de la editorial Blume, no sólo he preparado conservas con él, junto a todas las conservas propiamente dichas que podemos encontrar en el libro ofrece otro tipo de elaboraciones, y entre ellas está esta terrina de pato. Es una preparación que se elabora en dos días, y que después aguanta varios días sin problema en la nevera. Ha cumplido mis expectativas con creces, llorando me he quedado cuando se nos ha acabado.....Su hándicap es que puede resultar un poco caro, ya que el magret de pato sube el precio. A su favor tiene que da mucho de si, y que es ideal para una comida para muchas personas o que nos puede durar muchos días e ir tomando todos los días un poquito. Lo hemos tomado sólo, aunque también con cebolla caramelizada, que es como aparece en las fotos.
Una temporada más vuelve el reto del #Asaltablogs a los últimos domingos de cada mes. Y con este reto estoy aprovechando para preparar recetas que tengo desde hace mucho tiempo en pendientes. De la cocina de Raquel, de Churretes de chocolate, me he traído una de las tartas más famosas dentro y fuera de la blogosfera. Es una de esas tartas que todo el mundo puede preparar sin ninguna dificultad y sólo dos ingredientes, más lo que queramos usar para decorar. Son muchos los niños que conozco que la saben preparar y que disfrutan después comiéndola, y es que además está muy buena.
Mes y medio ha estado en la carpeta de pendientes este helado, desde que lo probé en la Taberna del Volapié. Ya os acordaréis que también publiqué unas hamburguesas de rabo de toro que probé también allí. Pues estas dos recetas tienen un ingrediente común, que es el queso de cabra Payoyo, que esta vez ha sido usado para una preparación un tanto rara para este tipo de queso. No os podéis imaginar lo bueno que está este helado, de por si, si os gusta el queso de cabra curado os gustará el sabor del helado, pero es que además ha sido combinado con estas tortas de aceite sevillanas caseras, que ya publiqué en su día y cuya receta podéis ver aquí. El contraste es buenísimo, aunque he querido rizar el rizo y acompañarlo de un vino, y no un vino cualquiera, el único vino que ha formado parte del menú de la gala de los premios Nobel, el Victoria nº2, de las bodega malagueña de Jorge Ordoñez, de la que os hablaba cuando os enseñé mi visita a la vendimia de la Axarquía malagueña. Además puede ponerse algún que otro galón más, ya que se sirvió en el 88 cumpleaños de la reina de Inglaterra y ha sido también servido en la Gala Medalla de Oro 2013 del Instituto Español Reina Sofía de Nueva York concedidas a la estadista Hillary Clinton y el actor español Antonio Banderas. Pero el secreto de su éxito está en que procede de una selección de viñedos viejos situados en los puntos más elevados del término municipal de Almáchar. La cosecha, se lleva a cabo de forma manual a mediados de agosto. La fermentación se realiza en su totalidad en depósitos de acero inoxidable y, como es característico de este tipo de vinos, su alcohol procede exclusivamente de la fermentación de la uva; ésta se detiene por disminución de la temperatura una vez alcanzado el grado de alcohol deseado. Se trata de un vino blanco naturalmente dulce, variedad 100% Moscatel de Alejandría, con fermentación en acero inoxidable y alcohol del 10%. Se encuentra en el mercado a un precio de 15 euros aproximadamente la botella de 375 ml.
Para acabar la semana un plato que en casa ha gustado mucho. El rape es de los pescados que más me gusta y cuando veo alguna receta diferente que me llama la atención pruebo a hacerla. Ésta la había visto en una revista y estaba señalada en favoritos, esperando unos pimientos de gran calidad, y los que me trae Ana cada vez que nos vemos son los mejores que podemos encontrar. Esta crema de pimientos que acompaña el rape con alioli gratinado es exquisita y yo creo que va bien con cualquier pescado, incluso para tomarla con quesos.... Ni que decir tiene que la combinación es deliciosa, ese alioli gratinado que cubre el pescado y que luego en la boca se mezcla con ese toque un poco dulce de la crema..ummm. Delicioso. Y con vino mejor, hoy os traigo el hermano menor del Mencal, del que tanto os he hablado en el blog, de las bodegas Pago del Almaraes, el Mil Años Un reino blanco frizzante.
Cuando la Diputación de Jaén me invitó a participar en su Fam Trip sobre el cordero segureño estaba un poco perdida, no sabía ubicar en el mapa Santiago Pontones. Si, está en Jaén, pero, ¿dónde?. Pues bueno Santiago Pontones el el municipio más extenso el Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y las Villas. Limita al este con la provincia de Albacete y al sur con la provincia de Granada. Los municipios de Santiago de la Espada y Pontones se unieron en 1975 para formar el actual municipio de Santiago-Pontones. Abarca una gran diversidad de paisajes debido a su complicada orografía y a la diferencia de cotas que se da en relativamente poca distancia. Desde que se formaron los primeros núcleos de población de esta zona, la ganadería extensiva del ovino segureño es la base económica del municipio. Por ello, sin duda, el rey de la gastronomía de Santiago-Pontones es el cordero segureño.
De nuevo lunes y de nuevo receta en el blog, después de un fin de semana conociendo de primera mano el Jaén más profundo, ese Jaén que enamora, conociendo la importancia del cordero segureño en la vida de los habitantes de la Sierra de Segura. Y mientras preparo el post con todos los destalles os dejo con un pan aromático que he preparado varias veces este verano, y que la última vez lo hice con masa madre, ya que de nuevo tengo una activa. La receta se la vi a mi amiga Paula, y no pude resistirme, incluso a hacerle la misma forma de rosca que ella hizo. Este tipo de panes aromáticos me encanta para untar patés caseros, pero también para tomar con tostadas de mantequilla y mermelada casera. Aunque la sorpresa es que está tan bueno que se pueden tomar las rebanadas solas, sin necesidad de acompañamiento. Las pasas que lleva el pan son compradas. Pero las que se ven en la foto son unas pasas que he tenido ocasión de secar en casa, y con las que estoy encantada.
De nuevo terminamos la semana con un postre, y de nuevo con una fruta de la Costa Tropical. Las chirimoyas empiezan a hacer acto de presencia en este mes por los mercados. Quizás su mejor momento no es aún, sino dentro de unas semanas, pero ya podemos encontrarlas con facilidad. Yo en estas semanas he sufrido excedente de chirimoyas, mangos y aguacates, por lo que he tenido que ir dándole salida de muchas formas. Las chirimoyas se han convertido en mousse, y también en pulpa de chirimoya congelada, después de limpiarla de huesos, esperando otra preparación En cuanto a la mousse se trata de un postre muy refrescante y con sabor intenso a chirimoya. He preparado la receta de mi amiga Ana, reduciendo un poco la cantidad de nata que ella pone, y prescindiendo de la gelatina de kiwi con la que ella completa la preparación De nuevo es una preparación muy sencilla, rápida y con un resultado estupendo y muy vistoso. La chirimoya todos los años se va haciendo hueco en mi recetario y ya son unas cuantas las recetas publicadas con ella (cóctel, mermelada, helado, flan, tarta de queso....), y ésta viene a sumarlo. Espero que no sea la última de la temporada.
Hace ya unas semanas que tuve ocasión de visitar una de las zonas vinícolas más importantes de la Axarquía malagueña, invitada por el Grupo Jorge Ordoñez. La vendimia de Jorge Ordoñez de Málaga se desarrolla en los municipios de Almáchar, donde se encuentra los mejores viticultores de la zona. El inicio de esta vendimia despierta muchísimo interés a nivel internacional, ya que se trata de la única zona de Europa donde se recogen las uvas a mano para que no se estropeen y se transportan en cajas cargadas por mulas. Mérito tiene el tema, pero más lo tiene si resulta que los terrenos tienen una pendiente de hasta el 70%, ¿a qué da vertigo?...
Seguimos con recetas típicamente veraniegas, aunque ésta nos ha gustado tanto en casa que la voy a adoptar para todo el año. Y es que hace una semanas en la Vinoteca Lugar del Vino de la Costa Tropical asistíamos a una cata de vinos blancos y el primer apertivo era un tartar de pepino y surimi, y a mi tanto me gustó el vino como el tartar, que me traje una botella de vino a casa y la casi receta de este tartar (digo casi receta porque no la apunté y no me acordaba de mucho, he añadido nuevos ingredientes como el aguacate y el salmón ahumado, y he puesto crème fraîche, que creo recordar que era lo que llevaba). Del vino os hablaré más abajo.
El final del verano es el momento propicio para que los principales frutos de la Costa Tropical estén en su momento. Eso pasa con los mangos, que desde hace unas semanas ya podemos encontrarlos en los comercios, mucho mejores que los importados de otros países. No suelo comprar mangos, ya sabéis que no es mi fruta preferida, pero son muchas las elaboraciones que ya tengo publicadas en el blog y todas muy interesantes. Los que usé para el helado me los regalaron y ya he preparado unos cuantos botes de mermelada, así como éste helado. Y todavía me quedan unos cuantos que usaré para elaboraciones saladas. La receta del helado la vi en Art-Arte, y ha resultado un helado bastante refrescante y es ideal para sofocar estos calores de este final del verano tan atípico.
En ninguno de mi tres viajes al Alemania he probado esta ensalada tan "alemana", Y eso mismo le decía yo a Carlos cuando la publicó el año pasado. Buscando en mi libro de cocina tradicional alemana tampoco encontré la receta, por lo que finalmente me decanté por su receta. Una receta que ha triunfado en casa, y que nos ha gustado tanto que se va a convertir en habitual de nuestra cocina. Buscando un poco en la historia de esta ensalada (Kartoffelsalat) descubrimos que existen muchas variedades de ella en Alemania o Austria, siendo siempre el elemento común el de la patata. Unas veces se le acompaña de mayonesa y otras, en cambio, no. Incluso me ha llamado la atención que en algunas versiones no lleve salchicha, siendo, sin duda, éstas uno de los referentes de la cocina alemana, y además podemos aprovechar que Campofrío nos trae numerosas versiones de salchichas tipo Frankfurt. Esta versión de ensalada es muy completa en cuanto a ingredientes, ahora veréis.
La última semana ha sido las más calurosa de este raro verano, aunque no por ello he prescindido de encender el horno para hornear estos deliciosos panecillos. Los llevo viendo desde hace mucho tiempo en el libro de Xavier Barriga, Pan. Quizás el libro de cocina de los que tengo al que más rendimiento le saco. Y es que las recetas de Barriga siempre salen, siempre sorprenden por lo buenas, y para mi es el mayor referente que tenemos en España en cuestión de panadería, no es sólo lo que sabe, es lo bien que lo enseña y lo explica. Pues tenía unos tomates que me regalaron y que he aprovechado para secar bajo el sol de justicia de mi terraza, tal y como os enseñaba el año pasado, y pensé que ya era hora de ir haciendo estos panecillos. Hice la mitad de la receta, me salieron nueve panecillos en total, no han pasado de mediodía, con un hilo de AOVE por encima y un buen vino o cerveza están extraordinarios, y si aún están un poco calientes mejor....Sin duda los repetiré con frecuencia, porque son un triunfo absoluto.