Esta tarta es la segunda vez que la hago, la hice para el cumple de Hugo pero no pude sacarle fotos, por lo que he hecho el "esfuerzo" de hacerla de nuevo y hacer "sufrir" a los integrantes de la casa con ella. Es sumamente fácil, se pude preparar con antelación y congelarla, de hecho así la hice yo porque en el mismo día no iba a consumirla, por lo que la tuve en el congelador unos días, saqué la noche antes del congelador y al día siguiente estaba perfecta. Así que se convierte en esas tartas "todoterreno" que podemos tener hechas para cuando llegue el día de sacarlas. La receta la he visto en muchos blogs, pero lo curioso es que cuando fui a sacar el sobre de cuajada me di cuenta que también venía la receta en el envase, je,je....
INGREDIENTES:
- 250 gr. de galletas Oreo
- 50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 gr. de queso crema
- 500 ml. de nata
- 150 gr. de azúcar
- 2 sobres de cuajada Royal
- 300 ml de leche entera
PREPARACIÓN:
Separamos las galletas Oreo en dos para quitar la crema del interior, reservando la crema. Las galletas las trituramos hasta hacerlas polvo. reservando una cuarta parte para decorar posteriormente la tarta. El resto lo mezclamos con la mantequilla derretida y hacemos una masa. Cubrimos un molde desmontable (el mío de 17 cm, ya sabéis que me gustan las tartas altitas) con papel vegetal, añadimos la masa y vamos aplastando con una cuchara o con los nudillos hasta extender uniformemente por toda la base. Metemos en el frigorífico para que se endurezca.
Separamos 150 ml. de leche a la que le añadimos la cuajada, el resto de ingredientes los ponemos a calentar en un cazo hasta que se caliente y se disuelva el queso. Entonces añadimos la leche reservada con la cuajada y removemos continuamente hasta que la mezcla llegue a ebullición. Después retiramos y añadimos con mucho cuidado sobre la base de la tarta. Esperamos que se enfríe fuera de la nevera durante un ratito y entonces metemos dentro durante unas tres horas como mínimo para que cuaje. Si no la vais a consumir en el momento podéis congelarla como os he comentado.
A la hora de servir desmoldamos y añadimos las galletas Oreo que teníamos reservadas. Podéis también ponerle galletas Oreo por todo el contorno, para decorarla y que los comensales disruten también de las galletas enteras.
Es una tarta bien fácil de hacer y con un resultado estupendo, sobre todo para los amantes de las tartas de queso (y sin horno) y de las galletas Oreo.
Feliz jueves.