Hoy os traigo otra nueva receta de esas que voy a añadir a mi recetario habitual, puesto que es una de esas recetas que me encantan, ya por separado me gustan sus ingredientes pues ya os imagináis juntos. La receta es sumamente fácil de preparar, lo ideal es tener una mandolina para cortar el calabacín y que queden las lonchas de calabacín del mismo grosor. En caso de que no tengáis podéis hacerlo con un cuchillo bien afilado. La receta la vi en el blog Cocina y Aficiones y me enamoró a primera vista, y espero que a vosotros os pase igual.
INGREDIENTES:
- 1 calabacín que no sea excesivamente grueso, más bien delgado
- Langostinos (los míos eran congelados)
- Unas gotas de Aceite de oliva virgen extra
- Mezcla de especias:
- 10 gr. de cilantro molido
- 10 gr. de cayena molida
- 10 gr. de sal
- Bechamel:
- 40 gr. de mantequilla
- 40 gr. de harina
- 500 ml. de leche entera
- Sal
- Pimienta
- Nuez Moscada
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos si los langostinos son descongelados es sacarlos unas horas antes y descongelar dentro del frigorífico.
Lavamos bien el calabacín y lo cortamos en finas lonchas con la mandolina o con el cuchillo afilado. Pasamos las lonchas por la plancha que tendremos bien caliente y con unas gotas de AOVE, dejamos poco tiempo por cada lado, lo que pretendemos no es dorar las lonchas si no que se hagan lo suficiente para que sea fácil después manejarlas y enrollarlas.
Disponemos las lonchas sobre una tabla, espolvoreamos con la mezcla de especias y ponemos un langostino en cada extremo de la loncha, enrollamos bien la loncha en el calabacín. Reservamos.
Mientras, prepararemos la bechamel, para ello en una sartén ponemos la mantequilla y dejamos que se derrita totalmente, añadimos la harina y removemos bien hasta integrar completamente. Vamos añadiendo poco a poco la leche y removiendo con un batidor de varillas manual, para evitar que nos queden grumos, seguimos removiendo hasta añadir la leche completamente y que espese la mezcla.
En una fuente apta para horno ponemos una base de bechamel, disponemos los "raviolis" encima y volvemos a espolvorear con la mezcla de especias. Introducimos en el horno con la función grill y dejamos hasta que se gratine la bechamel. Retiramos y servimos inmediatamente.
Hemos acompañado el plato con un vino albariño, el Mar de Frades, un vino cuya nota de cata es la siguiente: "presenta un perfil cristalino, de color alimonado y reflejos de
cáscara de manzana verde. El radiante aspecto invita a apreciar las notas
florales en la nariz, jazmín y violetas que se entremezclan con hinojo,
mango y albaricoque, y acompañan a la intensidad de las notas salinas. En
el paladar, se vislumbra sublime, a su paso, atrevido y contundente, para
llegar a un final sofisticado y atlántico". Se trata de un vino que podéis encontrar a unos 15 euros aproximadamente.
Pues con la sugerencia de esta receta y este vino os dejo esperando que paséis un estupendo fin de semana y sigáis disfrutando de lo poco que queda a agosto.