Hoy también toca otra nueva propuesta para Navidad, un nuevo pastel de carne en esta ocasión con un envoltorio de hojaldre. El relleno es bastante completo, puesto que lleva pechuga de pollo, salchichas de cerdo y también paté, junto con una mezcla de setas: champiñones y trompetas de la muerte. El resultado es un pastel que gana con las horas, por lo que es ideal para tenerlo preparado con antelación, cosa que se agradece en las cenas o comidas con mucha gente.
INGREDIENTES:
- Para el relleno:
- 250 gr. de pechuga de pollo
- 8 salchichas de cerdo
- 125 gr. de paté de cerdo
- 1/2 cebolla
- 50 gr. de almendras fritas
- 250 gr. de champiñones frescos
- 15 gr. de trompetas de la muerte deshidratadas
- Sal
- Pimienta
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Para envolver el pastel:
- 1 plancha de hojaldre rectangular
- 1 huevo para pintar el hojaldre
PREPARACIÓN:
Ponemos a hidratar en agua caliente las trompetas de la muerte. Rehogamos en una sartén con una cucharada de aceite la cebolla picada, y cuando empiece a estar transparente añadimos los champiñones cortados en lonchas finas. También añadimos las trompetas de la muerte ya hidratadas y rehogamos todo durante unos diez minutos. Salpimentamos.
En otra sartén rehogamos en otra cucharada de aceite la pechuga de pollo picada junto con el interior de las salchichas de cerdo. Salpimentamos. Cuando deje de estar cruda la mezcla y haya cogido color doradito añadimos a la sartén de las setas, añadimos entonces las almendras (las mías ya las compré fritas) y el paté. Removemos bien con una espátula para integrar todos los ingredientes. Y una vez que está todo retiramos del fuego y dejamos unos diez minutos antes de preparar el pastel. Mientras, precalentamos el horno a 170º.
Engrasamos un molde rectangular, forramos con el hojaldre el mismo, dejando el sobrante por ambos lados. Rellenamos con la mezcla, y presionamos con una cuchara para que se quede bien integrado dentro. Tapamos con una de las partes. Pintamos ésta con huevo batido. Y el otro sobrante lo usamos para tapar completamente el pastel. Pintamos todo con huevo batido. Hacemos unas cruces en la superficie.
Llevamos el pastel al horno y horneamos durante unos 50 minutos o hasta que veamos que la superficie esté dorada. Sacamos y dejamos templar dentro del molde. Después, desmoldamos. Deberemos dejar templar para cortar, si lo cortáis muy caliente tiende a desmoronarse un poco.
Ya me contáis si los hacéis qué tal os queda.
Feliz jueves.