Los huevos son muy importantes en nuestra alimentación pero hay personas que son intolerantes al huevo, y muchísimas veces se ven muy limitados para tomar repostería porque la inmensa mayoría de nuestros postres llevan huevo. Pues bien, hoy os enseño a preparar un delicioso bizcocho que no lleva huevos en su elaboración y que queda realmente bueno. Lo he elaborado en un molde redondo de 20 cm. de diámetro, aunque vosotros podéis usar el molde que más os guste y se adecúe a las cantidades.
INGREDIENTES:
- 500 gr. de harina
- 250 gr. de azúcar
- 500 ml. de leche
- 100 gr. de aceite de oliva virgen extra
- 1 sobre de levadura química (16 gr.)
- Ralladura de un limón
- 1 cucharadita de canela
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos la leche junto con el azúcar y el aceite (lo hacemos preferiblemente con una batidora de varillas o con unas varillas manuales). Añadimos la ralladura de limón.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la canela molida, añadimos poco a poco y seguimos batiendo hasta integrar completamente.
Engrasamos un molde redondo de 20 cm. de diámetro y vertemos la mezcla. Damos unos golpecitos sobre la encimera para que se distribuya uniformemente y llevamos al horno sobre la rejilla del horno, en la segunda ranura empezando por abajo.
Horneamos de 50 a 60 minutos o un poco más, dependiendo de vuestro horno. Tarda un poco más en cuajar al no llevar huevos. Comprobaremos que está listo cuando al pinchar con una brocheta en el centro del bizcocho esta sale limpia. Una vez horneado, sacamos del horno y dejamos 10 minutos dentro del molde. Después desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.
Podéis añadirle azúcar glass por encima, o también antes de hornear podemos poner azúcar por la superficie. Yo he optado por no ponerle más azúcar, pero ya lo dejo a vuestro gusto.
Feliz jueves.