“Me gusta mucho el Jamón Ibérico y los museos”. Así
de claro y rotundo se mostraba Brad Pitt durante una entrevista concedida en
España hace unos años mientras señalaba un plato de Jamón Ibérico El consagrado
actor nunca ha ocultado su pasión por el Jamón Ibérico, y no es el único famoso
que idolatra a este emblema gastronómico: Mark Zuckerberg declaró que acudió al Mobile World Congress para comer Jamón,
Cristiano Ronaldo despertó su “Sentido Ibérico” cuando lo probó por primera vez
en Madrid y hasta el propio Johnny Deep lo pide cada vez que visita España.
Convertido en icono gastronómico europeo, el Jamón
Ibérico ha traspasado los límites de la gastronomía para convertirse en todo un
emblema cultural de la Dieta Mediterránea; un producto que despierta el interés
por nuestro modo de vida y costumbres, así como por conocer una cultura
gastronómica digna de ser declarada de interés cultural.
Un minucioso, tradicional, natural y largo proceso de
elaboración que culmina con el disfrute sensorial de un producto único. Para
apreciar los matices dulces, salados y curados del Jamón Ibérico y gozar al
máximo de esa explosión de sabor tan característica en nuestro paladar, debemos
utilizar todos los sentidos: vista, tacto, olfato, gusto…
Tienes un sentido que es la suma de todos. El Sentido Ibérico. Un sentido que nace en la cultura mediterránea, que nace de unir algo
tan único como el Jamón Ibérico y algo tan extraordinario como una forma
especial de entender y vivir la vida. Se trata de sentir, compartir y
disfrutar. Porque el ‘Sentido Ibérico’ te lleva a la esencia de lo que somos… a
percibir un aroma, un color o un sabor increíble, a disfrutar del Jamón
Ibérico.
El Sentido Ibérico no
se puede describir, solo se puede vivir.
Porque hablamos de algo más que un alimento.
Hablamos de cultura europea, de patrimonio gastronómico, de mundo rural, del
paisaje que lo proporciona, de sostenibilidad… En definitiva, hablamos de un
producto singular y especial.
Un producto que necesita 4, 5, 6, 7… años antes de
ser disfrutado. Porque si algo caracteriza el proceso de elaboración de un
Jamón Ibérico es que es un proceso natural basado en largos tiempos de
elaboración y curación. Un Jamón Ibérico necesita mucho tiempo para convertirse
en una obra maestra. En un producto con un aroma intenso y persistente fruto de
las fases finales de maduración, con un sugerente aspecto de color rojizo
intenso dibujado por su veteado característico y con una textura firme que
permite el corte en lonchas muy finas.